Desde que tenemos uso de razón, las jóvenes soñamos con ser esposas. Ya sea que lo veamos como la princesa y el príncipe o Barbie y Ken, queremos unirnos y vivir “felices para siempre”. Pero para muchas mujeres la espera de ese “príncipe” se vuelve muy larga y en el proceso cometen errores que se convierten en hábitos que lastiman mucho su relación con los chicos y las alejan de su diseño. Mi corazón late por ti hoy y quisiera mostrarte estos errores, que las más adultas comúnmente cometemos sin darnos cuenta, para que no caigas en ellos.
1. No dejar que los hombres lideren
No tiene sentido orar para que los hombres de nuestra iglesia se levanten como líderes, si nosotras no los dejamos liderar. Esta frase la escuché de una joven hacia un líder de grupo: "Yo estoy esperando que tú comiences para seguirte". Nuestra forma de invitar a los hombres a asumir su rol es asumiendo el nuestro, no indicándoles lo que tienen que hacer. Nuestra actitud con los hombres en general es un buen indicador de cómo será en otro tipo de relación.
2. ¡Humillar en lugar de alentar!
Lo peor de este punto es que no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo. Muchas veces dejamos ver de forma implícita o explícita algo que los hombres están haciendo mal y en nuestro deseo por expresar nuestra insatisfacción olvidamos que podemos estar hiriendo o desalentando a nuestros líderes.
3. No aprender a respetar
Esta tarde leía que "los hombres necesitan ser respetados tanto como la mujer necesita ser amada". Una joven, a quien amo mucho, hizo una pregunta en una charla que traía a la luz una serie de características que hacían que "X" hombre fuera poco deseado por ella. El cuadro que pintó verbalmente, cierto o no, evidenciaba una falta de respeto hacia un género del que fuimos llamadas a ser ayuda idónea.
4. Pedir a los hombres que "sean hombres" pero estar muy lejos de ser una "mujer verdadera".
Este es el punto central de todo esto. Creo que el día en que cada uno asuma con gozo su rol y entienda completamente su diseño, nos serviremos mejor mutuamente y glorificaremos más a Dios. Y además sucederá que, sin darnos cuenta, al asumir humildemente las acciones y actitudes que la Palabra nos enseña a las mujeres, los hombres ocuparán su posición de liderazgo de manera casi automática y abandonarán la pasividad.
5. Quedarse con Disney en un cuento de hadas o vivir en Hollywood esperando ver estrellitas.
¡Chicas! Mirémonos con humildad al espejo y reconozcamos nuestras debilidades. ¿Qué cosas están en tu lista de cosas que esperas de un “futuro esposo”? ¿Rico, atractivo, inteligente.....? Y ¿¡Piadoso!? Las solteras adultas suelen quejarse de que los hombres solo buscan a las "bellas", pero hacemos lo mismo cuando se descarta un posible candidato sobre cosas que no son esenciales, como apariencia, apellido y cosas así.
Un día un pastor que admiro mucho me contó la historia de un hombre común (de esos que algunas no consideran un candidato), pero que era muy trabajador y dispuesto y amaba a Dios, y una mujer piadosa le correspondió y hoy él es parte del cuerpo pastoral de su iglesia. Amadas, nuestros ojos deben estar enfocados en Cristo en lo que según la Palabra de Dios es importante, si tus expectativas están en cosas que no son bíblicamente importantes, te perderás esperando a alguien que no es precisamente la voluntad de Dios para ti. ¡Abre los ojos! El Príncipe Encantado no existe.
Quizás al leer esto te diste cuenta de que has cometido alguno de estos errores, te tengo una buena noticia: ¡Estás a tiempo de detenerte y arrepentirte (seguir un camino diferente)! Y si no es tu caso... ¡qué bendición es poder venir en arrepentimiento a Dios ahora y no cuando estos se conviertan en tus errores o alguna de estas cosas arruine tu matrimonio!
¿Te identificas con alguno de los errores?
Por Clara Nathalie Sánchez Díaz
