“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” – Romanos 12:3
Hay áreas en nuestras vidas que, como chicas, nos cuenta aceptar. Quién de nosotras no se sintió menospreciada por alguna carencia física que pensamos tener o por no tener habilidades en alguna área de nuestras vidas. Dios nos hizo especiales, cada una de nosotras es única y hay cosas que nadie más puede hacer por ti.
Debemos aprender a amarnos tal cual Dios nos hizo. Muchas veces pasamos por momentos en nuestra juventud cuando no aceptamos alguna parte de nuestro cuerpo. Recuerdo que cuando tenía trece años odiaba mi pelo, siempre fue rizo y en ese entonces conseguir una planchita de pelo era prácticamente imposible para mí. Vivía acomplejada con partes de mi cuerpo y con mi pelo, no disfrutaba de quien era porque no me sentía conforme de cómo me había hecho mi Creador.
Cada una de nosotras es única. Dios te hizo hermosa como eres, debes aprender a aceptarte como eres, aprender a aprovechar tu belleza al máximo porque si creces con complejos te será difícil aceptar que otra persona te ame. Si tú no te amas dejarás que otros pasen a llevar tu autoestima y eso lastima mucho; puede causar daños que aun cuando estés grande, o incluso casada, va a traer problemas a tu vida.
Acepta tu cuerpo, tu cara, tu pelo… Dios te hizo hermosa, ámate para que puedas ser amada.
Otra cosa que debes aceptar de ti son tus capacidades y tus limitaciones. De seguro tienes una habilidad especial. Nunca te debes menospreciar a ti misma, y al mismo tiempo, no debes tener un concepto de ti misma muy elevado. Debes pensar de ti de forma equilibrada para que puedas ser de bendición a otras y así entender a los que te rodean, para que puedas ser empática y ponerte en el lugar de otras chicas.
O quizás te sientes incapaz, llena de limitaciones. Estos, querida amiga, son pensamientos que pone satanás en tu mente, quien quiere que te sientas inútil y menospreciada. Quiero decirte que no todas tenemos las mismas habilidades y limitaciones y que debes intentar, probar y experimentar cosas manuales, artísticas, musicales para que puedas saber cuáles áreas quedan mejor para ti.
La iglesia local es el mejor lugar donde puedes poner en práctica tus habilidades y de paso descubrir tus limitaciones. ¿Cómo? participando en los diferentes ministerios de tu iglesia; anímate a trabajar con niños o a tocar un instrumento para que puedas saber tus habilidades y de paso puedas servir a Dios con los talentos que Él te dio.
Todos nos complementamos, debemos recordar que Dios nos creó en comunidad y a la iglesia como un cuerpo. Todas cumplimos un rol importante en este cuerpo. Si tienes un concepto apropiado de ti misma entenderás que eres especial y que Dios te necesita para que Su cuerpo pueda funcionar bien. También tener un concepto apropiado de ti te ayudará a animar a esas chicas que se sienten menospreciadas.
Quiérete así como eres para que puedas llevar una vida feliz, sin complejos. Y así entender y aceptar que otros también te pueden amar. Acéptate como Dios te hizo porque eres única y especial. Goza de tu juventud.
Por Andrea Donoso
