Acercándome a Cristo

Una joven estudiante universitaria encontraba muy difícil programar tiempos diarios con Cristo en medio de su ocupada carga de clases. “Sé que debería hacer de la oración una prioridad”, me dijo, “¡pero parece que nunca tengo tiempo para ajustarme a eso!”

Finalmente, ella comenzó a programar tiempos de quietud diarios y a escribirlos en su calendario. Ella se propuso tratar sus tiempos de oración tan serios como cualquier otra asignación, fecha límite o reunión que haya planeado durante la semana.

A medida que protegía su vida devocional, descubrió que no solo ganó una cercanía renovada en su relación con Cristo, sino que también su trabajo era más productivo y sus calificaciones subieron. Esa es la belleza de los caminos de Dios. Cuando edificamos nuestra vida alrededor de Sus prioridades, todo lo demás que necesitemos vendrá por añadidura (Mateo 6:33).

¡Simplemente no es realista!

La mayoría de nosotras deseamos conocer a Dios más de lo que actualmente lo conocemos. Sentimos nuestra necesidad de más de Su presencia y poder en nuestras vidas diarias. Sentimos una dolorosa hambre espiritual en nuestras almas por “algo más” en nuestra relación con Dios.

Y aún muchas veces retrocedemos al hacer una de las cosas que nos traerían más cerca de Él – pasar tiempo en Su presencia. En nuestra cultura apresurada y frenética, es demasiado fácil caer en la mentira de que simplemente no es realista pasar tiempo de calidad a los pies de Jesús.

Edificando tu vida alrededor de Él

Para poder encontrar la intimidad verdadera y duradera con Jesucristo que tanto deseamos, no podemos simplemente tratar de encajarlo a Él a nuestras vidas cuando es conveniente. Al contrario, debemos aprender a construir nuestras vidas alrededor de Él.

Si un marido y su esposa sólo pasaran unos pocos minutos juntos cada semana, su cercanía empezaría a decaer. El mismo principio aplica para nuestra relación con Jesucristo. Si verdaderamente queremos conocerlo, debemos darle una alta prioridad a pasar tiempo en Su presencia, orando, llevando nuestras cargas a Sus pies y dejando que Su quieta y pequeña voz hable a nuestros corazones.

Prioridades al revés

La Biblia ofrece una solución práctica para crecer más cerca de Dios: “Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros”, Santiago 4:8. Siempre que me encuentre diciendo “tengo demasiadas cosas que hacer hoy para pasar tiempo con Dios”, ahí es cuando sé que la apatía espiritual ha entrado en mí y mis prioridades están al revés.

El tiempo en la presencia de Dios muy raramente se da sólo, debe ser planificado en nuestro día y protegido intencionalmente. Corrie ten Boom dijo: “No ores cuando sientas hacerlo. ¡Haz una cita con el Señor y mantenla!”.

Excusándose temprano

Nunca olvidaré escuchar la historia de un predicador a quien se le dio el privilegio de comer con uno de los hombres más poderosos del país. En cuanto se terminó la cena, el predicador se levantó de su asiento para irse. Su anfitrión lo miró sorprendido. “¿No sabe usted que hombres en todo este país desearían tener una audiencia conmigo?” “¿Por qué se marcha tan pronto?”. El predicador contestó: “Tengo una cita con el Rey del universo, y no me atrevo a llegar tarde y tampoco me atrevo a estar cansado”. ¡Esto habla acerca de mantener y cuidar tus prioridades firmemente!

Tómate un tiempo para evaluar tu horario diario:

  • ¿Estas permitiéndote abundante tiempo para cultivar tu relación con Cristo o son tus tiempos de quietud cortos y apresurados?
  • ¿Dedicas tus mejores energías y tiempo a la oración o simplemente das a Dios lo que sea que sobre al final del día?
  • ¿Tienes tu mente clara durante tus tiempos con Cristo o estas distraída y cansada?

Lo que sea necesario

Pídele a Dios que te muestre que cambios prácticos podrías necesitar hacer en tu vida para poder mantener tu tiempo con Él como tu prioridad más alta. Ten en mente que podrías necesitar dejar y quitar cosas de tu vida para verdaderamente poder construir tu vida alrededor de Él. Disponte a hacer lo que sea necesario para obtener el tiempo para tu relación con Él, incluso si esto significa tener menos tiempo libre o menos tiempo en las redes sociales. ¡Recuerda que nada es más valioso que el tiempo diario en la presencia de tu Rey!

Haz un plan

Planifica cada día un tiempo específico para oración y un tiempo en la presencia de Dios. Trátalo tan seriamente como programarías cualquier otra reunión o cita. No significa que nunca debes orar espontáneamente, pero tener “citas con Dios” programadas cada día te asegurará que tus prioridades permanezcan correctas y te ayudará a ganar la cercanía a Cristo que tu anhelas.


Por Leslie Ludy

Loading controls...