La llave para recuperarte de cualquier desastre es tener fe en Dios. Y aunque muchas veces olvidamos sus promesas cuando dejamos de vivir por fe, eso no significa que no sigan ahí. Evita a toda costa que tus circunstancia destruyan tu sueños y tu futuro, aprende a confiar, recuerda lo que dice Hebreos 11:1: "Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve."
Es sólo por nuestra fe en Cristo que podemos levantarnos y recuperarnos, ¡tenemos certeza de que lo lograremos! Por otro lado, debes tener en cuenta que hay ciertas cosas que sólo podrás entender a través de la fe. Si intentas comprenderlas fuera de ella, lo más seguro es que termines frustrado y atrapado en un callejón sin salida.
Tomarte el tiempo para tu recuperación implica también entrar en un proceso de aprender a confiar nuevamente en Dios cuando hemos perdido toda esperanza.
Piensa por un momento, si el Señor te preguntara hoy esto, ¿qué le dirías?:
"¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios? -le contestó Jesús." Juan 11:40
Así que ahora que sabes que Dios garantiza tu bienestar, rehúsate al fracaso y a la amargura, y aférrate a tu fe en Cristo.
