Aquí hay algunos consejos para ahorrar y comprar vestimenta inteligentemente:
Ahorrar antes de comprar
Acostúmbrate a ahorrar para la vestimenta personal o familiar todas las semanas. A pesar de que no uses el dinero cada semana, de todas maneras guarda el dinero en un sobre o jarra para tener suficiente como para evitar comprar a crédito.
Educación
Educa a tu familia en cuanto al cuidado de la ropa. Disciplina a tus niños para que tengan buenas costumbres en el cuidado de la vestimenta. Los niños crecen rápido, pero más que eso, ellos tienen toda la capacidad del mundo de destruir la ropa que visten aún más rápido de lo que crecen.
Coser en casa
Aprende a confeccionar y arreglar tu ropa en casa. Confecciona tanta ropa para los niños como tu tiempo te lo permita. Te darás cuenta de que, como promedio, ahorrarás entre el cincuenta y el sesenta por ciento.
Reciclar
Aprendamos a reciclar la ropa usando nuestros recursos y nuestra inventiva, en vez de convertirnos en simples consumidores. ¿Cuántas familias hay que, sólo porque gozan de una mejor posición económica, tienen guardarropas llenos de artículos que ya no utilizan porque están “fuera de moda”?
Conjuntos
Escoge ropa que se pueda utilizar en múltiples combinaciones.
¿Necesidad o gusto?
Muchas familias con ingresos elevados gastan excesivamente en vestimenta. Revisa tus principios y valores. Considera si en realidad es importante tener siempre la ropa de última moda. ¿Tus compras reflejan una necesidad de tu persona y tu familia, o refleja tu ego? ¿Compras ropa para satisfacer una necesidad o un gusto?
Lista escrita
Haz una lista escrita de las necesidades que tienes de ropa y, si es posible, cómprala fuera de temporada. Eso te ayudará a tener un plan específico que cumplir con respecto a la vestimenta y podrás comprar lo que realmente necesitas cuando lleguen las ofertas especiales.
Lugares alternativos
Frecuenta las tiendas de descuento que venden ropa “de marca”, pero sin la etiqueta. Además, para obtener buenos precios en mercadería de calidad, ve a las tiendas que venden directamente de fábrica.
Segunda selección
A veces en negocios de “segunda selección” puedes conseguir ropa a precios mucho más bajos que, por tener pequeños daños, las fábricas no pueden vender a tiendas regulares. Muchas veces las fallas son insignificantes y nunca se van a notar.
