Algo mortífero

En Octubre de 2003, un fuego voraz devastó porciones masivas del sur de California destruyendo más de 3.000 hogares y tomando 22 vidas.

Ken Hale fue uno de los héroes que luchó para controlar el fuego. Él dijo: “Desde que encontré personas que habían muerto, mi perspectiva completa del fuego cambió. Se convirtió en algo muy mortífero, un monstruo”.

Algunas necesitamos ese cambio de perspectiva respecto al pecado. Hemos visto cómo los pecados tales como el adulterio pueden destruir una vida. Pero también pueden hacerlo aquellos pecados que consideramos pequeños.  Nuestros corazones para Dios pueden ser destruidos cuando no revisamos el fuego de los celos, ira, autocompasión o glotonería.

El libro de Santiago dice: “Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte”.

¿Hay algunas chispas de pecado amenazando con quemar tu vida?

 

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