Amistades que marcan

“…Jehová esté entre tú y yo…” – 1 Samuel 20:42

Solemos dejar marcas en todas las cosas que tocamos en lo cotidiano, y si tienes alguna vaga idea sobre investigaciones forenses, sabrás que hay mucho que queda de nosotros dejando señales evidentes que indican que pasamos por allí. Pero esto no solo ocurre en el plano material, también sucede con las personas con las que nos relacionamos a diario. Vamos por la vida dejando impresiones de nosotras, quedando marcadas nada menos que en el corazón de otras personas.

La pregunta es: ¿Qué tipo de marca estamos dejando? Bien podría ser una huella agradable, digna de ser recordada en un futuro, o bien podría ser una doliente cicatriz que cause malos recuerdos y experiencias amargas para otros.

Al pensar en esto, me di cuenta de que somos tan egoístas que pocas veces pensamos realmente en el valor de la amistad, y lo que es peor, somos indiferentes al no darle el verdadero valor que debe tener. Como consecuencia de nuestra actitud, salimos lastimadas o lastimamos a las que un día llamamos “mejores amigas”.

La experiencia de David y Jonatán ha arrojado mucha luz a mi vida sobre el tema de la amistad profunda y verdadera, ya que con tantísimas distracciones perdemos constantemente el enfoque de lo que se trata la amistad centrada en Dios.

Hoy tenemos presente a dos mejores amigos. Su ejemplo nos marca la brújula para conducirnos en una relación de profunda amistad. Quiero que nos adentremos un poco en los detalles que solemos pasar por alto, pero que para David y su amigo fueron totalmente relevantes. Veamos algunas de las actitudes de Jonatán que marcaron profundamente el corazón de David.

- Miró sus cualidades: Jonatán era un hábil guerrero. En la lucha contra el gigante Goliat, descubrió los mismos atributos de valentía y confianza en David. Así, “El alma de Jonatán quedó ligada a la de David(1 Samuel 18:1). Jonatán estuvo pendiente de los talentos que tenía David.

¿Estás mirando las cualidades de tus amigas, o te es más fácil poner atención a su condición social, defectos o falencias?

- Lo entregó todo: La Biblia relata que Jonatán ofreció regalos a David. Su manto, que ahora estaba sobre las espaldas de David, lo habilitaba para obtener puestos de privilegio dentro del palacio real. Su espada, arco y talabarte, tres herramientas importantes para funcionar como un soldado perteneciente al ejército de Israel. David había dejado atrás su honda y el cayado del pastor para aprender nuevas funciones. Esto fue posible gracias a un buen amigo que no se reservó lo mejor sino que “estuvo dispuesto a entregarse a sí mismo” (1 Samuel 18: 3-4).

¿Estás reservándote lo mejor para ti, o estás dispuesta a compartir tiempo, confidencias y experiencias con tus amigas?

- Nunca sintió envidia: Al cabo de un tiempo, David adquirió mucha más popularidad que el hijo del rey Saúl, tanta que su propia corona estaba en riesgo, pues David le quitaría su puesto. Sin embargo, esos no fueron motivos para sentir celos ni romper su amistad; al contrario expresó: “lo que deseare tu alma, lo haré por ti” (1 Samuel 20:4).Jonatán estaba dispuesto a ser el siervo de David si era necesario.

¿Qué haces cuando tu mejor amiga está muy por encima de ti? ¿Sientes envidia o te alegras por la prosperidad de ella?

- Fue fiel: Jonatán está entre la espada y la pared, tiene la opción de unirse a su padre y matar fácilmente a su amigo para preservar su corona. O puede ponerse del lado de su amigo para salvarle la vida y evitar que su padre lo pueda matar por semejante decisión. En las peores circunstancias Jonatán eligió ser fiel a David. Aunque no sabía qué le deparaba el futuro, entre lágrimas y despedidas, le dijo a David sus últimas palabras: “Jehová esté entre tú y yo”.

¿Estás dispuesta a llevar una genuina amistad hasta las últimas consecuencias, o eliges soltar la mano de tu mejor amiga cuando más te necesita?

Estos pequeños detalles de Jonatán hacia David dejaron una profunda marca en el corazón de este joven, tanto que al saber que Jonatán había muerto, David llora y con angustia dice: “¡Me fuiste muy dulce!”. Ciertamente esta amistad le había traído a David la mejor experiencia de su vida; porque la verdadera amistad es así, una vez que abres tu corazón, no hay vuelta atrás.

¿Y tú? ¿Estás dejando huellas o heridas en tus amigas?

La historia de amistad entre David y Jonatán puede ser también tu historia.

Preguntas de Reflexión

1. ¿Te ha bendecido Dios con una amistad tan profunda como la de David y Jonatán? ¡Díselo en este día!

2. Hay amigo más unido que un hermano. ¿Te consideras buena amiga?

3. Jesús llama amigos a los que obedecen sus mandatos. ¿Te consideras amiga de Dios?

4. Con ciertos amigos, no hacen falta enemigos. Pero hay otros amigos que valen más que un hermano. ¿Cómo cuál de ellos te ven los demás?

5. Dios nos ama y perdona nuestros pecados una y otra vez. ¿Estamos nosotras siendo misericordiosas?

Por Angélica Jiménez

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