Arrancando las etiquetas de nuestros corazones

Es hora de arrancar las etiquetas.

No, no estoy hablando de la etiqueta que te da picazón en la parte posterior de tus camisas. Estoy hablando de algo más profundo, las etiquetas que se adhieren a tu corazón.

Cuando la gente me mira, todo lo que ven es. . .

He cargado con una gran cantidad de etiquetas. Algunas de ellas han estado conmigo desde la infancia. Otras son nuevas incorporaciones.

  • Loca por los chicos
  • Gordita
  • Payasa
  • Perfecta (No es que los demás pensaban que yo era perfecta, pero eso no me impidió tratar de convencerlos)
  • Hija del divorcio
  • Problemática
  • Ruidosa

Nuestro sello es lo que sea que colocamos al final de esta frase: “Cuando la gente me mira, todo lo que ven es ____________”. A veces la gente pega etiquetas en nosotros por las cosas que dicen y la forma en que nos tratan. A veces nosotros mismos nos creamos las etiquetas.

Las etiquetas no tienen que ser desagradables. Tal vez tu etiqueta es:

  • Atleta
  • Músico
  • Sobresaliente

Pero incluso si la gente piensa acerca de lo bueno, cuando te miran, nadie quiere que su identidad se reduzca a una sola cosa. Apuesto a que eres más que la estrella del equipo de baloncesto. ¿Qué pasa si tu promedio de 4.0 se cae porque no entiendes la trigonometría? Entonces, ¿quién eres? Apuesto a que quieres que la gente vea más allá de tu larga lista de logros.

A veces las etiquetas son oscuras y dolorosas.

Nos recuerdan:

  • Un error
  • Un patrón de un pecado crónico
  • Una fractura en nuestra familia

Y no importa cuánto nos esforcemos, no podemos pasar de la basura.

El problema con las etiquetas es que tendemos a creer en ellas. De hecho, nos obsesionamos sobre ellas. Finalmente cubren todo lo que realmente somos. Terminamos confundidas acerca de por qué tenemos valor y nos desesperamos porque la gente vea el “verdadero nosotras”. Pero Jesús está trabajando en la sustitución de nuestras etiquetas.

La mujer con la “A” en el pecho

Juan 8 cuenta la historia de una mujer que sabía mucho acerca de las etiquetas. Puedes leer la historia completa después, pero te daré los puntos más destacados.

  • Jesús estaba enseñando en el templo.
  • Los líderes religiosos trajeron a una mujer que había sido sorprendida pecando.

“Los maestros de la ley y los fariseos llevaron entonces a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio del grupo le dijeron a Jesús: Maestro, a esta mujer se le ha sorprendido en el acto mismo de adulterio. En la ley Moisés nos ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Tú qué dices?”, Juan 8:3-5

  • Ella era culpable. Ella había sido sorprendida en el acto de dormir con un hombre que no era su marido.
  • Luego fue arrastrada en frente de una multitud para un juicio improvisado.
  • La multitud quería darle la pena de muerte.

Aquí están las preguntas que el texto no responde.

  • ¿Cómo se llamaba?
  • ¿Estaba casada? ¿Tenía hijos?
  • ¿Cuáles eran sus talentos, dones y sueños para su futuro?

Todo lo que sabemos de ella es su pecado. Cuando la gente la miraba, era todo lo que veían. Tal vez has oído hablar de la clásica historia La letra escarlata. En ella, la mujer adúltera fue obligada a llevar una letra “A” gigante en su camisa como castigo por su pecado. Apuesto a que muchos de ustedes saben lo que es eso.

  • Cometiste un error
  • No te ves como todo el mundo
  • Tu personalidad es peculiar
  • Odias tu cuerpo
  • Alguien te llamaba con un apodo y se pegó

Sea lo que sea, puede ser que también lleves un signo grapado en el pecho porque estás segura de que todas las personas lo ven cuando te miran. Pero la Palabra de Dios nos recuerda quiénes somos realmente. Jesús puede arrancar las etiquetas que tienes si se lo permites.

¿Quién eres tú realmente?

Jesús dispersó a las personas enojadas que rodeaban a la mujer adúltera, señalando sus propios pecados. Y luego, hizo algo extraño.

“Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en la tierra”, (v. 6).

“Y una vez más se inclinó y escribió en la tierra”, (v. 8). 

La Biblia no nos dice lo que Jesús escribió en la arena ese día, pero me gusta pensar que Él le estaba dando a ella sus nuevas etiquetas. Cosas como:

  • Perdonada
  • Valorada
  • Amada

Él hace lo mismo en toda la Biblia.

  • En Génesis 17 Él cambia el nombre de Abram (padre noble) a Abraham (padre de muchos) y el de Sarai (princesa) a Sarah (madre de naciones).
  • En Génesis 21 Él cambia la etiqueta de Agar de invisible a vista.
  • En los Evangelios tomó un manojo de “don nadies” y los convirtió en personas con la misión de hacer temblar la tierra.
  • En Hechos Él quita le etiqueta de "enemigo de Dios" a Saulo y lo sustituye por "embajador de Cristo". Saulo se convirtió en Pablo para reflejar este cambio.

Dios también ha reemplazado mis etiquetas.

  • No soy más unachica loca por los chicos sino una loca por Dios.
  • No soygordita, sino temerosa y maravillosamente hecha.
  • Dios ha usado esa etiqueta depayasa para darme la oportunidad de enseñarme Su Verdad.
  • No soyperfecta, pero por la gracia de Dios estoy creciendo en semejanza a Cristo.
  • Dios ha redimido eldivorcio de mis padres y todas las cosas dolorosas para mi bien (Romanos 8:28).
  • No soy unacreadora de problemas, sino una pacificadora.
  • Sí, soy ruidosa. ¡Quiero proclamar la bondad de Dios y Su fidelidad desde los tejados!

Él también quiere reemplazar tus etiquetas. Él quiere darte una identidad tan profundamente arraigada en Él, que cuando la gente te mire todo lo que vean sea Su obra en tu vida. ¿Vas a dejar que Él lo haga?

  • ¿Cuáles etiquetas llevas? (Para averiguarlo, termina esta frase: "Cuando la gente me mira, todo lo que ven es ___________________").
  • ¿Cuál es un versículo de la Palabra de Dios, que sustituye esa etiqueta?

 

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