Ayuda a los demás a no dar un clic de más

Algo diferente estaba sucediendo con mi Facebook.

Apareció una nota en la que había una persona obesa y una aclaración diciendo: “Mira cómo se cayó, me dio muchísima risa”. Al rato vi a varias personas -que yo consideraba adultos y serios- que compartían el mismo post.

Unos días más tarde vi otro mensaje que decía algo parecido sobre un hecho excepcional y que tenía como comentario: “NO TE LO PUEDES PERDER”. Y vi a varios que me sorprendió que lo hayan compartido. Y así, vi varias noticias de este tipo en Facebook y con personas formando parte de su difusión.

¿Qué había sucedido? Habían llegado los hackers al Facebook. La maldad del engaño ingresando a las redes sociales. Pero el daño ya no era metiéndose con tu máquina, sino haciendo que en el momento en que tú abrieras esa nota, la misma se compartiera con toda tu lista de contactos con un mensaje que te degradaba. Esto dañaba tu red de relaciones, hacía que varios pensaran horrible de ti y que tú mismo te avergonzaras inmediatamente.

Cuando le comenté de esto a dos personas, haciendo un énfasis en que se estaba engañando a la gente, ambas me preguntaron quiénes eran los damnificados. A mí me parecía que no importaba eso, sino la nueva ola de terror en internet. Pero ellos, con su pregunta, me mostraron que había personas que realizaron un clic de más.

Hace 50 años atrás el error se encontraba a muchas cuadras de tu casa, hoy está a solo un clic de más.

Cada día estamos siendo desafiados a mantener nuestro equilibrio en nuestra red de relaciones y crecer en el modo que nos relacionamos con otros. Y es que con solo hacer un clic, puedes entrar en espacios que nunca imaginaste.

Para sacar el velo de cómo se mueven la maldad en la era Facebook, entendamos que:

1) Ellos se meten con tu curiosidad. Tú, que piensas que estas solo cuando haces clic, terminas dándote cuenta de que te encuentras humillado ante muchos.

2) Ellos trabajan con tus emociones y sentimientos. Nunca tocarán tu intelecto para que caigas en el engaño, siempre será a través de estímulos sensoriales. ¿Será que debemos trabajar más en esta área para no ser presa de aquellos que con astucia usan las artimañas del error para llevarte como niño fluctuante?

En esta era el camino de la degradación del ser humano comienza con un clic de más. La caída es tan sutil que sin darnos cuenta entramos en ella. Podemos pensar que ésta es una situación seria. O podemos pensar que es una gran oportunidad para crecer en el nuevo mundo globalizado y de comunicación constante.

Podemos convertirnos en una sociedad más íntegra y seria donde este tipo de personas o de males no tenga cabida, porque elegimos ser ASTUTOS COMO SERPIENTES Y MANSOS COMO PALOMAS, tal y como la palabra lo dice, y que no nos hagan bajar los brazos. Si estamos atentos podremos utilizar los medios para el fin más excelente: que Jesucristo vino para que tengamos vida y para que la tengamos en abundancia.

No demos un clic de más… no lo necesitas. Pero tampoco des un clic de menos… hay muchos que necesitan de ti y de tu compromiso de contarles que un mundo maravilloso y sin engaños se puede vivir cuando Cristo es el centro de tu vida.

Claves para no ser engañado y caer en el error en Facebook:

1) Observar poderosamente: No mires desde la emoción del momento sino desde la decisión hacia donde ir y el propósito de Dios en tu vida.

2) Tener claro el para qué. Cuando entras en espacios de curiosidad deberías preguntarte para qué. Ya no necesitas eso si comienzas a disfrutar todo lo que se viene por delante cuando eliges caminar erguido, disfrutar de tus relaciones, de tu familia, de tu relación personal con Dios.

3) Saber que se tocará tu lado emocional. Cuando esto suceda recuerda que la idea de “SIENTO Y LUEGO EXISTO” no te ayudará a vivir en abundancia. ELIJO SER y LUEGO EXISTO sí te llevará a la cima.

4) Relacionarte con todos. Que esto no se convierta en algo que te cierre, sino que puedas ser una opción para muchos porque maduraste y usas el Facebook, pero el Facebook no te usa a ti.

Ayudemos a todos los cristianos a ser personas influyentes y, a los influyentes… a ser cristianos. Y que más y más usen Facebook con un propósito. Comparte esta nota en tu Facebook, en tu Twitter, en tu blog o en cualquier otra red social y ayuda  a los demás a no dar un clic de más.

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