Todas las personas saben lo que es ahorrar, pero no todos saben cómo hacerlo efectivamente. Aquí están las principales preguntas y respuestas, así como algunos consejos, sobre este tema.
¿Cuánto ahorrar?
Comencemos por la pregunta más frecuente: ¿cuánto ahorrar? Debes ahorrar, por lo menos, un cinco por ciento de tu dinero disponible cada mes. Tu meta es tener en dinero en efectivo (ya sea en el banco o debajo del colchón) entre dos a tres meses de sueldo como un fondo para emergencias.
Si vives en el Canadá o en Estados Unidos, abre una cuenta de ahorros en tu banco. Calcula el cinco por ciento de tu dinero disponible. Escribe un cheque a tu nombre y págate tus ahorros como si estuvieras pagando la luz, el gas o el teléfono. De esa manera no “sufrirás” la ausencia de tus ahorros.
Año fiscal familiar
Comienza a manejar tu dinero y el de tu familia como si fuera el dinero de una empresa. Planea tu plan de gastos en forma mensual pero mira el balance económico en forma anual, de la misma manera en la que lo hacen las empresas de tu país: calculando las entradas y salidas del año.
En Estados Unidos muchas personas se ponen muy contentas cuando reciben una “devolución” de sus impuestos a fin de año… ¡Gran error! La razón de la devolución es que el gobierno les ha estado cobrando de más en impuestos con cada salario.
¿Por qué permitir que el gobierno trabaje todo el año con tu dinero y te lo devuelva sin intereses el año que viene? Pídele al departamento de contaduría de tu trabajo que te retenga menos dinero para el impuesto a las ganancias y, luego, deposita la diferencia en una cuenta de ahorros, en tu plan de retiro o en la bolsa de valores. A fin de año, escríbete a ti mismo un cheque de «devolución» de impuestos y ¡disfrútalo con intereses!
¿Ahorrar gastando?
Mucha gente dice que comprar cosas que están en oferta es una gran manera de ahorrar dinero. No siempre. Hay que tener en cuenta que uno no puede ahorrar gastando. Cuando gastamos no ahorramos, gastamos. Sólo ahorramos cuando guardamos. Entonces, a menos que las cosas que compramos en oferta sean cosas que realmente necesitemos, cuando compramos algo porque “era una oferta increíble” en realidad no hemos ahorrado, sino que hemos gastado dinero que quizás, si no hubiera sido por esa “oferta”, hubiéramos guardado.
Secreto para ahorrar
Para poder ahorrar como un estilo de vida, debes parar de gastar el dinero que no tienes en cosas que no necesitas, para impresionar a gente que no te gusta.
Mil doscientos al año
Si acostumbras a comer afuera todos los días durante la semana de trabajo, tienes en tus manos una mina de oro. Cada lunes coloca en un sobre veinticinco dólares ($5 por cada día de trabajo), que es el dinero que gastarías en comidas para toda la semana. En vez de salir afuera, llévate una fruta y un emparedado de tu casa. Al final del mes tendrás $100. Deposítalos en una cuenta especial de banco o en una jarra marcada “Un sacrificio de amor por mi familia”.
Al final del año, cuando llega Navidad y la época de vacaciones, descubrirás que tu sacrificio traerá alegría y sonrisas a todos los que amas ¡y mil doscientas sonrisas, para ser exactos!
Ahorra las monedas
Esta idea puede que no funcione en varios países del continente, pero es realmente efectiva en otros. Comprométete a no gastar las monedas que te van quedando en el bolsillo cada día. En una alcancía o jarra, deja caer estas monedas y colócala en la cocina de tu casa. A fin de mes, sin haber sentido siquiera el “dolor” del dinero no gastado, cambia las monedas y deposita esa cantidad en tu cuenta de ahorros.
Ahorrar para tus hijos
Invierte en la bolsa de valores cincuenta dólares por mes a nombre de tu hijo o hija, desde que tenga ocho años y hasta que cumpla dieciocho.
Supongamos que al final de esos 10 años se recaude cerca de $11 mil dólares. Entrégale el dinero, con la condición de que no puede tocar la inversión hasta los sesenta años (éste es su plan de retiro). Si no pone un centavo más en el banco, a los sesenta tendrá en su cuenta un poco más de ¡UN MILLÓN DE DÓLARES!
¿Cómo invertir?
Para aquellos que quieren comenzar a invertir, aquí hay algunos consejos prácticos:
- La inversión debe ser simple y fácil de entender.
- Debe tomar poco tiempo para administrar.
- No debe causarte tensión emocional.
- No debe cambiar tu estilo de vida ni hacer perder la paz en el hogar.
- Debes poder controlar tu inversión por ti mismo.
- Tiene que ser una inversión que puedas transformar en dinero en efectivo con facilidad y rapidez.
- Debe ser tan buena para aquellos que tienen poco que invertir, como para los que tienen grandes cantidades de dinero.
¿Y qué de la lotería?
Todavía me sorprende la ingenuidad que demostramos los latinoamericanos cuando se trata de jugar a la lotería. Sabemos que las estadísticas dicen que las posibilidades de ganar son ínfimas y, sin embargo, quemamos dinero todas las semanas tratando de salir de la pobreza de una forma mágica (parece ser que para el pobre “la esperanza es lo último que se pierde”, ¿no?).
¿Qué tal si en vez de derrochar esos cinco pesos semanales en el juego, no haces algo más inteligente? Mira tu vida como una carrera a largo plazo. Si en vez de invertir en la lotería cinco dólares por semana (veinte por mes), invirtieras ese dinero en la bolsa de valores (a un doce por ciento de interés promedio anual), al cabo de veinte años tú y tus herederos tendrían una cuenta de ahorro con ¡casi veinte mil dólares ! (19.785,11 para ser exactos). Aquí están los datos:
- Comenzando con una inversión de $0
- Aportar $20 mensuales por 240 meses (20 años).
- 12 por ciento de interés anual promedio.
- Capital invertido: $4.800, intereses recibidos: $14.895,11
