¿Cómo evitar que te rompan el corazón?

El otro día me lastimé la rodilla con un pedazo de hierro. Todo el peso de mi cuerpo se fue contra la pieza dura y fría al punto que me provocó un daño significativo. No me tomó más de un minuto lastimarme de esa manera, pero las repercusiones fueron bastante inesperadas y dolorosas. ¡Mi vida normal se detuvo! No pude correr por las mañanas y caminé con dificultad hasta que mi rodilla se restauró y el dolor desapareció. Quizás jamás te has lastimado la rodilla pero… ¿qué tal el corazón?

¿Has salido de alguna relación con el corazón roto? O vayamos un poco más allá de lo evidente… ¿alguna vez has terminado herida por fantasear en tu mente con un chico que no estaba interesado en ti? ¿Has abierto tu corazón solo para ver cómo otro lo rompía?  Todas hemos pasado por esta experiencia de alguna manera u otra y hemos probado el amargo sabor del dolor por una decepción de este tipo.

En mi caso, a veces quisiera gritar… "Señor, ¿es que no te importa? ¡Mi corazón está roto y me duele!” El asunto es que aunque nuestras emociones nos nublen la mente (y nos borren la memoria) a nuestro amado Padre Celestial sí le importa y nos ha dejado un mandamiento para evitar que esto nos suceda; seguramente te lo sabes de memoria igual que yo:

"Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida", Proverbios 4:23.

¿Has sentido que “se te va la vida” cuando se “rompe” tu corazón? Es porque, como acabas de leer, a través de él brotan manantiales de vida. Cuando no lo guardas pasa algo bastante similar a cuando se rompe una de las tuberías de tu casa, ¡no llega agua! Y es por eso que el Señor nos manda a ser cuidadosas.

Aquí hay algunos pasos prácticos que te ayudarán a evitar que suceda de nuevo. Recuerda que las siguientes son sugerencias y no obligaciones, siempre ora a Dios por discernimiento y refúgiate en Su gracia cuando falles.

1. Sé diligente en guardar tus pensamientos, porque nuestros sentimientos obedecen a lo que hay en nuestra mente. Evita armar una historia de amor en tu mente; no juegues a ver cómo suena tu nombre junto al apellido del chico que te sonrió un poco o te ayudó con algo.

2. Llena tu mente con la Verdad. Lee tu Biblia con frecuencia y ten a mano aquellos versículos que puedan ayudarte a centrar tu mente (si puedes memorizarlos, mucho mejor) como Filipenses 4:8.

3. NUNCA te hagas ilusiones con un chico antes de escuchar las “palabras mágicas”; es decir,no asumas que él tiene un interés más profundo en ti si no te lo ha dicho CLARAMENTE.

4. Antes de iniciar cualquier relación busca consejo de tus líderes de jóvenes, de mujeres piadosas en tu iglesia y, si es necesario, de tu pastor. Tienes que saber cómo luce la vida de esa persona a la luz de la Palabra y de tus líderes.

5. Evita pasar tiempo a solas o tener conversaciones largas y/o íntimas con personas del sexo opuesto.

Todo esto se resume en una expresión: ¡SÉ PRUDENTE!

Sé prudente..... Y mientras lo haces, asegúrate de entregar tu corazón a Aquél que jamás lo romperá. Aquél que te amó de tal manera que se entregó por ti para transformar tu corazón de piedra en un corazón que le ame por toda la eternidad. Su nombre es Jesús.

Por Clara Nathalie Sánchez Díaz

 

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