Chica activa

"El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada." – Proverbios 13:4

Está claramente identificada la diferencia entre blanco y negro; resultan ser dos colores opuestos y a simple vista puedes darte cuenta de que no hay relación entre sí.

El libro de Proverbios está lleno de ejemplos que marcan dos puntos opuestos y en esta ocasión tenemos dos actitudes humanas totalmente apartadas la una de la otra.

Por un lado podemos identificar el alma del perezoso, llena de sueños e ilusiones frustradas por su falta de voluntad para dar un paso al frente. Detente por un segundo a realizar el trabajo de investigación que hizo Salomón; sólo observa con cuidado y prontamente podrás distinguir muchas chicas con alma perezosa.

Una chica con alma perezosa no tiene disposición para levantarse temprano, su actitud es de pesadez y cansancio constante, su enojo aflora cuando se le pide cumplir con una rutina que requiere de ella responsabilidad y trabajo duro, lo más probable es que no resista la presión y termine abandonando.

Una chica con alma perezosa malgasta su tiempo corriendo de un lado para otro aparentando estar muy ocupada, pero al final del día no habrá invertido su tiempo en algún emprendimiento provechoso. No verás con frecuencia a una chica perezosa interesada en alguna actividad dentro o fuera de su casa, ella es experta en buscar excusas ingeniosas para salir del paso.

Una chica con alma perezosa desea crecer en el conocimiento de Dios y en amor, pero su deseo no puede alcanzar el siguiente nivel de acción porque carece de decisiones firmes para perseverar a diario en oración y meditación de las escrituras. Este tipo de chica no tiene mucha esperanza de un futuro prometedor, tampoco de una nutrida cosecha de virtudes cultivadas al final de su vida. Es triste describirla, pero es necesario hacerlo para que no caigas en la perezosa trampa de “cinco minuticos más”.

Por otro lado tienes a la chica de espíritu diligente. Sea lo que sea, pase lo que pase, la encontrarás ocupada en alguna actividad nueva. Ella invierte el paso de sus mejores años en actividades que la recompensan con nuevas experiencias de aprendizaje, buenos amigos, mayor madurez, mejor carácter, mayor responsabilidad.

Una chica activa se empeña en lograr lo que se propone; para ella no existen excusas, no hay retrasos ni obstáculos. Siempre que camine firme dentro de la voluntad de Dios tendrá las puertas abiertas.

No existe en su mente el cansancio, su cuerpo está acostumbrado al ritmo constante y trabajo duro, aún aprovecha su tiempo de descanso para meditar en las bendiciones de Dios y agradecer los detalles pequeños que puede contemplar a diario.

A diferencia de la chica perezosa, los sueños de una chica activa no van enfocados hacia sí misma y su bienestar temporal, ella apunta aún más alto, porque tiene presente en sus oraciones el deseo de ver crecer a los que le rodean. Poder ser de bendición para otros es el motor que la impulsa a compartir a sus amigas la buena noticia de la salvación y por eso la verás incluida en alguna actividad que requiera de ella sacrificio y hasta desvelos; pero eso no le importa, su satisfacción está en disfrutar del trabajo bien hecho y, sobre todo, de los que sonríen, ese es el fruto de su trabajo.

Ella sabe que en la tierra tendrá ganancias, porque la chica activa que se arrodilla para sembrar con dolor, se levantará satisfecha para recoger los jugosos frutos de victoria; más sin embargo, ella guarda paciente su esperanza de que en el cielo será coronada  porque prefirió levantarse, antes que dormir un poquito más.

Tú eliges.

Por Angélica Jiménez

 

Loading controls...