Cinco versículos para tus hijos adolescentes

Una de las mejores cosas que como madres podemos hacer por nuestros hijos, es equiparlos de todas las herramientas posibles para que ellos puedan enfrentar la vida de la mejor manera posible, especialmente en estos años de la adolescencia en los que van a ser probados y tentados en tantas cosas por su entorno.

Enseñarles versículos claves es esencial para que puedan saber cómo manejarse en las distintas situaciones ante las que van a encontrarse. La Palabra de Dios está siempre ahí como un recurso maravilloso al que podemos volvernos en todo momento para dirigir a nuestros hijos en la dirección correcta.

Hoy te traigo 5 versículos que puedes comenzar a enseñarle a tus hijos. Lo ideal sería que vieras las áreas en las que tus hijos están luchando y buscaras versículos apropiados para esas situaciones. Lo de hoy, tan solo es un punto de partida.

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”, Jeremías 29:11

Es importante que nuestros hijos sepan que Dios tiene planes para su vida y que, aunque a veces las cosas no salen como ellos quieren, los propósitos de Dios siempre son mejores para su vida. Aunque es normal que nos pongamos tristes o sintamos decepción cuando las cosas no salen bien, debemos enseñarles a confiar en que los planes de Dios siempre van a resultar para bien.

no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”, 2 Corintios 4:18

En la vida van a venir momentos difíciles, pruebas y golpes duros que nos van a hacer tambalearnos y que van a querer hacernos dudar de Dios. Nuestros hijos deben aprender que hay cosas que se escapan de nuestro entendimiento, pero no del de Dios.

Tenemos que enseñarles que esta vida y todo lo que hay en ella es temporal y que, aunque perdamos cosas o personas, nuestros ojos, nuestra esperanza y nuestro gozo deben estar puestos en lo eterno.

Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”, 1 Juan 3:18

Enseñemos a nuestros hijos a poner el amor en acción. A cuidar nuestras palabras, nuestra forma de hablar y a actuar siempre que sea necesario para ayudar o bendecir a otros. Enseñémosles también a levantar la voz ante las injusticias, a defender a los débiles y a no dejarse arrastrar por lo que otros hagan.

El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado”, Proverbios 29:25

Enseñemos a nuestros hijos a no tomar en consideración lo que otros puedan decir de ellos, a confiar en sí mismos y en el Señor. A ser fuertes en quiénes son porque son el reflejo de Cristo. Que nunca tengan miedo de mostrarse como son, especialmente de mostrarse como hijos de Dios. Ser diferentes nunca es fácil, pero deben aprender a ser fuertes en el Señor.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, Filipenses 4:13

Enseñémosles que en cualquier situación a la que se enfrenten -sea con los amigos, hablar en público, defender su posición como creyentes o cualquier cosa que suceda- Dios está con ellos y les da la fuerza para seguir adelante.

¿Hay algún versículo en específico que estés enseñando a tus hijos adolescentes?

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