¿Has tenido alguna emergencia que te haya tomado desprevenido económicamente? Si te ha pasado, es probable que hayas tenido que pedir algún préstamo o tomar el dinero que tenías disponible quedándote en ceros. Si fue tu caso, necesitas saber que necesitas crear un fondo de emergencias.
Lee la historia de José y el faraón en Génesis 41:1-40 y nota cómo el Faraón con la interpretación de José pudo almacenar provisiones durante los 7 años de abundancia para preparar al país cuando llegaran los 7 días de hambruna. Esta historia nos da una valiosa enseñanza: ahorrar para la escasez.
La escasez puede ser una pérdida de trabajo, un accidente, un cambio de vida, o lo que sea que pueda dejarte temporalmente en apuros. Por eso es recomendable que creas un fondo de emergencias de al menos 3 meses del total de tus ingresos mensuales, aunque lo ideal es que sea de 6.
Puede parecerte demasiado, sobre todo si tus ingresos no son muchos, sin embargo no hay límite de tiempo para crearlo. Tienes desde el día de hoy hasta que lo logres reunir una cantidad adecuada. Puedes crearlo aplicando los consejos de otros de nuestros mensajes, ¡estoy seguro que pronto lo logras!
Ante cualquier imprevisto, tu fondo de emergencias te cubrirá las espaldas, pues lo usarás exclusivamente para sacarte de ese apuro.
Recuerda que nos encadenamos a situaciones y a problemas por la falta de conocimiento, y los problemas financieros son unos de los conflictos que causan mayor estrés en la vida de la gente.
Toma en cuenta que la clave para romper estas cadenas de problemas económicos no es obtener más dinero, la respuesta viene con nuestra capacidad de adquirir más conocimiento y sabiduría de cómo usar los recursos que obtengamos.
No permitas que las emergencias te agarren desprevenido, no dudamos que Dios puede ayudarnos en momentos así, sin embargo, tampoco debemos pedirle por la creación (instantánea) de riquezas terrenales para salvarnos, pues eso requiere de recursos terrenales, no de un milagro... Es muy peligroso buscar un milagro en nuestras finanzas sin tener la sabiduría para manejarlas.
“En casa del sabio abundan las riquezas y el perfume, pero el necio todo lo despilfarra.” – Proverbios 21:20
