“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”, Efesios 6:4
¿Conoces la primera ley de la maternidad? Nadie quiere ser la madre de tus hijos, pero todas creen que pueden criarlos mejor que tú. Alguien dijo una vez: “Yo tenía 3 teorías sobre la crianza de los hijos. Ahora tengo 3 hijos y ninguna teoría”.
Toda madre desea buenos hijos, pero todas sabemos que criar hijos y hacerlo bien no es tarea fácil. Requiere un buen sentido del humor, una buena dosis de paciencia y la abundante gracia de Dios. Mi mamá solía decir: “Muchacho chiquito problema chiquito; muchacho grande problema grande”, y no se equivocó. Conociendo esto, mi madre se esforzó poniendo todo su empeño para criarnos de manera tal que mis hermanos y yo fuéramos hombres y mujeres de bien. Para esto, ella misma se tuvo que disciplinar para hacer su labor de manera consistente.
Los hijos, por su parte, también desean buenos padres. ¿Lo sabías? Conforme a unas encuestas realizadas en 24 países, lo que ellos más desean de sus padres es: armonía en el hogar, amor, honestidad, aceptación, amistad, acercamiento, atención, consideración, apoyo y consistencia. ¿Están estas características presentes en tu hogar? Cuando tus hijos no las encuentran, las buscan en otros lugares, y la mayoría de las veces no es en el mejor de los sitios, como las pandillas, homosexualismo y/o drogas.
Amadas, la solución de los problemas que afectan a la humanidad está en nuestros hogares. Si dedicamos mayor tiempo, interés y esfuerzo a ser mejores padres y criar buenos hijos, habremos dado en el clavo. Hazlo por tus hijos, ellos necesitan grandemente de madres que sean Maestras del Bien.
Oración: Padre, perdona nuestra negligencia. Ayúdanos a volcarnos hacia el hogar y rescatar nuestros hijos, ganando el tiempo perdido con ellos. Permítenos ver la importancia y urgencia de hacerlo. En el nombre de Jesús, amén.
