Cuán grande es Dios

“¿Qué dios es grande como nuestro Dios?”, Salmo 77:13b

Uno de los grandes propósitos de la Biblia es llevarnos a contemplar la grandeza, el poder y la gloria de Dios. En ella podemos apreciar cuán pequeñas somos y cuán grande es Él. De igual manera, nos enseña que para poder disfrutar de los beneficios de esa grandeza, tenemos que vivir en íntima cercanía con Él.

Su proximidad a nosotras no depende de si lo sentimos o no, Dios siempre está a nuestro lado. Es como el sol, el cual no podemos ver en los días nublados, pero está ahí, no se ha movido de su sitio, brilla con igual intensidad, pero las densas nubes nos impiden verlo.

¿No puedes apreciar su grandeza? ¿Qué nube te está impidiendo ver a Dios? Acércate a Él. Dios no ha cambiado, Él es el mismo ayer, hoy y siempre, y quiere ser tu sanador, tu proveedor, tu cuidador y tu sustentador. Dios no hace acepción de personas, somos nosotras las que estamos lejos de Él y esto nos impide disfrutar de Su bendición. Es imposible que veamos la grandeza de Dios estando lejos de Su presencia. Dios demanda una relación íntima con Él.

Cuando estoy cerca de Él no me preocupo si estoy enferma, si carezco de dinero, si pierdo mi empleo, si mi esposo me abandona… porque sé que mi Dios es grande. Disfruta con admiración de la grandeza de Dios y humíllate en Su presencia. Deléitate en Su bondad y gloríate en Su magnificencia.

Oración: Gracias Señor porque, aunque soy pequeña, tus ojos están puestos siempre en mí. En Cristo Jesús, amén.

Por Jeanette Lithgow

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