Cuando Dios dice "espera"

“Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.” – Salmo 37:7

“En la oración, a menudo nos ocupamos con nosotros mismos, con nuestras propias necesidades, y nuestros propios esfuerzos en la presentación de los mismos. En esperando en Dios, el primer pensamiento es del Dios en quien esperamos. Dios desea revelarse a Sí mismo, llenarnos de Sí mismo. Esperar en Dios le da tiempo para venir a nosotros a Su manera y con Su poder divino…

¡Permanece aún delante de él, y permite que su Espíritu Santo despierte y avive en tu alma la disposición de depender de forma absoluta como un niño y confiada espera. Espera en Dios hasta que sepas que te reúnes con Él, la oración se convertirá entonces en algo tan diferente. Y cuando ores, que haya intervalos de silencio, de quietud reverente del alma, en los que te das a ti mismo a Dios, puede que tenga algo que Él desea enseñarte o trabajar en ti”. ~ Andrew Murray

Colgué el teléfono después de hablar con mi hermana y no pude evitar sonreír.

Dios, mientras que lucho con la espera, Tú conoces mi futuro todo el tiempo.

Nuestra conversación ha cubierto todos los temas, desde la crianza hasta la última moda, desde los problemas de aptitud hasta los sueños más profundos de nuestro corazón. Y justo antes de colgar, me dijo de algo que encontró mientras hurgaba en unas cajas viejas.

Antes de los teléfonos celulares y Facebook intercambiábamos cartas escritas a mano en la universidad. ¿Yo sé, verdad? Ella era dos años mayor y tenía los detalles de su vida resueltos. Yo era dos años más joven y estaba viviendo en un mundo lleno de incógnitas. Mientras que ella pasaba sus viernes por la noche planeando su boda a lo Laura Ashley con su soñado prometido-pastor, yo le derramaba mis luchas a ella en papel ondulado de color rosa… preguntándome si la espera acabaría alguna vez.

Comparamos.

Ansiamos comodidad.

Queremos todo resuelto para ayer.

Oramos para que Dios responda, y a veces Él dice espera.

No parecía agradable en ese momento. Esperar nunca lo es. “Pero mira hacia atrás”, dijo ella, “y ve cómo Dios ha estado orquestando todos los detalles para tu bien todo el tiempo”.

El camino terminó luciendo muy diferente a lo que yo había planeado originalmente. Con el tiempo, mi voluntad tendría que morir para que yo pudiera verlo a Él más claramente. Tuve que entregar las líneas de tiempo perfecto para que mi dependencia pudiera deslizarse fuera de mí y sobre Él. Los deseos mundanos tuvieron que desaparecer para que pudiera ser moldeada en la mujer que Él quiere que sea.

Y a medida que recordábamos a través del tiempo y las estaciones, estaba claro que no sólo era la soberana mano de Dios guiándome a lo largo de todo; Él también sabía que la espera produciría la transformación necesaria en mí.

Casi 25 años más tarde gran parte del contenido de mis oraciones ha cambiado, pero a veces el esperar se mantiene. Estoy segura de que voy a experimentar más oportunidades en las que voy a mirar hacia atrás y los caminos de Dios tendrán sentido, pero seguramente habrá retrasos o respuestas a las oraciones que no voy a entender completamente hasta que vea a Jesús cara a cara.

Pero, porque sé que Dios está trabajando todas las cosas para mi bien y para Su gloria, es que con confianza puedo aterrizar donde C.S. Lewis lo hizo en ese respecto:

“Estoy seguro de que Dios no mantiene a nadie esperando, a menos Él que vea que es bueno para ellos esperar.”

Y así, con nuestras manos relajadas y elevadas en rendición, esperamos en Ti, Dios… porque con la vida en Tus manos vale la pena la espera.

“El Señor es bueno con los que en él esperan, con el alma que le busca. Es bueno que esperemos en silencio la salvación del Señor.– Lamentaciones 3: 25-26

Por Whitney Daugherty

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