Ya me has escuchado decir, si no mueres hoy, vas a vivir.
Parece una frase simple, pero si lo piensas, hay muchas personas que no ahorran para su vejez, argumentando que quizá no lleguen a vivir tanto, o que sus hijos cuidarán de ellos. Pero, ¿Qué pasará si vives hasta los 90 años y no tienes ningún ahorro para ti? Ahorrar para tu futuro es prevenirte y valorar razonablemente el dinero que Dios te da. Su palabra nos enseña en Proverbios 28:19
“El que se esfuerza en su trabajo tiene comida en abundancia, pero el que persigue fantasías termina en la pobreza.”
Ahorrar e invertir tu dinero requiere el 100% de tus decisiones diarias, pues todas ellas determinan el resultado de tu estabilidad financiera del futuro. Las decisiones que tomas el día de hoy te pueden costar caro el día de mañana. Analiza en qué gastas tu dinero y aprende a decidir con sabiduría. Cuando haces esto, creas tu futuro y además, rompes los ciclos financieros no saludables con buenas decisiones.
Toma en cuenta que si vas a ahorrar y a invertir tu ahorro, es de vital importancia que busques la dirección de Dios. Pídele que te ayude a formar un plan de acción que te indique hacia dónde quieres ir. Esto establecerá el cimiento para construir el plan maestro de tu futuro, dirigido por Dios.
Así que, la próxima vez que quieras gastar dinero innecesariamente, piensa en tu yo del futuro, sé sabio y aprende a abstenerte de la satisfacción instantánea en aras de un mejor mañana. Y recuerda, si no mueres hoy, vas a vivir.
