"¡Cuánta presión... renuncio!"

“Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová”, Jeremías 15:20

Servir a Dios no siempre es fácil. Tienes que estar dispuesta a entregar tiempo y esfuerzo, pero, además, a recibir la presión de la crítica de los demás. El diablo nunca estará contento cuando te vea entregada con devoción sirviendo a tu Señor. Moverá las lenguas de algunos para destruir tu autoestima, debilitarte y demeritar tu desempeño.

De inmediato nos llega este pensamiento: “si no lo estoy haciendo bien, renuncio, que lo haga otro”. Esto es lo que el engañador está persiguiendo. ¡No te dejes amedrentar! Este será el momento de recordar que Dios te ha puesto por “muro fortificado de bronce”. Quien te defiende es más fuerte que Satanás y que todos aquellos que te critiquen.

En el camino de Dios no hay renuncias, sólo movimientos a otros ministerios donde el Señor quiere que seas Su instrumento. ¡Sirve con más fervor a Aquél que te llamó de las tinieblas a su luz admirable!

Oración: Padre eterno, me rindo a tus pies. Aleja de mí el deseo de renunciar a ser un instrumento que puedas usar con poder. Gracias por ser mi gran defensor. En el nombre de Jesús, Amén.

Por Jazmín Guzmán de Pérez

Loading controls...