“¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación”, Salmo 119:97.
¿Te has dado cuenta alguna vez lo mucho que nos gusta a las chicas los detalles y los colores? Recuerdo cuando estaba en secundaria, era muy sencillo descubrir si un cuaderno de apuntes era de un alumno o de una alumna… Los nuestros estaban siempre llenos de color, de dibujos y de una especial atención en los detalles. Esto es parte del hermoso diseño de Dios para la mujer, esa creatividad y capacidad de hacer de cualquier cosa algo especial. Pero sucede que muchas veces dejamos eso a un lado en nuestro tiempo devocional y éste se vuelve aburrido, opaco y no anhelamos con ansías ese momento. Voy a compartir con ustedes algo que le ha dado un giro a mi lectura bíblica diaria.
¡Un diario! A principios de este año estuve en una clase de disciplinas espirituales en la que el profesor hizo un gran énfasis en la importancia de mantener un diario espiritual, donde se registre nuestro paso por la Palabra y los acontecimientos en nuestra vida como creyentes, lo que es toda una aventura. Para nosotras la idea de un diario no suena como algo del otro mundo, casi todas cuando niñas hemos atesorado secretos en uno de ellos… Solo que en la práctica nos vamos cansando y perdemos el deseo de seguir. Aquí hay algunos beneficios de llevar un diario espiritual:
- Facilita la memorización la Palabra.
- Provee un momento oportuno para la meditación de las Escrituras.
- Nos lleva a conocer más al Señor.
- Le quita el toque de monotonía a la vida devocional.
- Nos permite concentrarnos en lo que estamos leyendo, mientras pensamos cómo ilustrarlo o qué texto usaremos.
- Nos ayuda a tener un recuento gráfico de nuestro paso por las Escritura, dándole un toque único a tu Biblia.
¿Cómo comenzar?
En cualquier actividad que te propongas iniciar, es crucial dar ese primer paso que hará posible dar los demás. He aquí algunas preguntas que puedes usar de guía para saber qué ilustrar.
--¿Qué dice el pasaje acerca de Dios?
--¿Alguna promesa?
--¿Algún mandato?
--¿Qué fue lo que más me impactó?
¿Qué necesitas para comenzar? Materiales
--Biblia
--Lápices de colores
-- Un cuaderno. Puede ser rayado o sin rayas, de colores o simple… Recomiendo que sea de tapa dura y hojas fuertes para que se conserve mejor.
-- Resaltadores
-- Pinceles y acuarelas o témperas
--Regla
--Stickers
--Borrador
--Diccionario
-- Y todo lo que tu creatividad te inspire…
¿Dónde empezar?
Puedes comenzar justamente en el libro de la Biblia que te encuentras leyendo ahora mismo o tomar una de las Cartas del Nuevo Testamento. Aquí algunas series que podrías hacer.
Proverbios. Debido a que este libro tiene 31 capítulos puedes tomar uno cada día y hacer una imagen o resaltar el que más te guste, o simplemente escribiéndolo en mayúsculas en tu diario.
Salmos. Es un viaje más largo pero profundo y apasionante a través del corazón de Dios.
Nahúm y todos los profetas menores. Al ser tan cortos pueden ser resumidos en una sola imagen y siempre recordarás lo que aprendiste de Dios en ello. Nahúm en particular presenta una maravillosa lista de los atributos de Dios.
Recuerda
La idea es disfrutar al máximo de tu tiempo en la Palabra y deleitarte en el Señor. Así que no te estreses, solo sé tú ahí con el Señor, dibuja lo que quieras, escribe lo que quieras, no te presiones.
Lo único perfecto en este proceso es la Palabra de Dios, así que no pierdas tiempo cuidando que tu caligrafía o tus dibujos sean perfectos.
No se trata de qué tanto marcas tu Biblia, sino de cuánto queda de la Biblia en ti.
Por Clara Nathalie Sánchez Díaz