¿Cómo tomar decisiones difíciles?

¿Te has dando cuenta de que en la medida que vamos creciendo las decisiones se van volviendo cada vez más difíciles? Cuando niñas, como mucho debemos elegir entre una cosa o la otra, como el color de la ropa, el sabor del helado, el diseño de los útiles escolares. Todo el mundo nos promete como un trofeo que "ya decidiremos nosotros cuando seamos grandes". Lo interesante es que nos encontramos anhelando esa etapa de nuestras vidas, que suele llegar mucho antes de lo esperado, ignorantes de las consecuencias que trae consigo.

Muchas veces cuando he tenido que tomar decisiones difíciles me he topado con que mis amigas también se encuentran en la misma situación.  La toma de decisiones es un tema muy serio cuando nuestro futuro depende de ello y pensamos y pensamos :¿Es esta la voluntad de Dios? ¿Es Su voluntad para mí de forma específica? ¿Qué pasará si me equivoco? ¿Y si eso no era lo que Dios quería? ¡Nuestras dudas llegan tan lejos!

Al pensar que equivocarnos nos alejará del plan de Dios, estamos cargando con una ansiedad innecesaria y asumiendo un lugar que no nos corresponde. Si Dios es soberano, y lo es, puedo descansar en esa verdad. Entonces ¿no debemos decidir nada?

Como decía al principio, cuando niñas alguien se encargaba de las decisiones importantes por nosotros, decisiones que nos llevaran a un futuro seguro, y esa parte, si lo pensamos bien, es algo que nuestro Padre Celestial ya ha hecho. Esa realidad nos llevaba a preocuparnos únicamente por las cosas que debíamos decidir en el momento, en el ahora, y dejar en manos de los adultos el resto. Y quizás sea justo eso lo que nos toca hacer, SER OBEDIENTES DÍA A DÍA a lo que ya Dios ha dicho y dejarle a Él el resto.

Hacer la voluntad de Dios no se trata de tomar una gran decisión sino de ir tomando pequeñas decisiones en obediencia y perseverancia. Algo tan simple como en qué invierto estos 30 minutos que ahora tengo libres o darle o no una limosna a quien te la pide, contestar o no el teléfono a alguien que te llama con una necesidad... Dios provee DIARIAMENTE lo que necesitamos para crear la imagen de Cristo en nosotros, nuestro trabajo es vivir en comunión con Él a un punto tal que podamos ver claramente estas oportunidades diarias de ser santificadas.

Y Él nos guiará donde nos quiere, e incluso si terminamos donde no debíamos estar, eso será usado para bien si en verdad le amamos y buscamos obedecerle. Y eso es lo que vemos en la Biblia vez tras vez, un Dios soberano obrando con fidelidad y misericordia.

¿Qué hago entonces cuando en el día a día deba tomar decisiones realmente muy difíciles para mí?

La Biblia dice que en la abundancia de consejeros está la victoria.  Aquí algunos consejeros a los que puedes recurrir.

1. El Señor, busca Su consejo en la Palabra y en constante oración.

2. Tus padres.

3. Tu mentora o alguna mujer piadosa en tu vida.

4. Tu(s) pastor(es) o alguno de tus líderes espirituales.

5. Una consejera bíblica.

Por Clara Nathalie Sánchez Díaz

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