Da lo mejor de ti

"Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos." – Proverbios 3:9

Quizás no trabajas, quizás aún vives de lo que tus padres pueden darte. O tal vez sí trabajas y estudias… como sea tu situación, la Biblia nos llama a honrar a Dios con nuestros bienes y con lo primero de nuestros frutos.

Ahora, puede surgirte la pregunta de con qué si apenas recibes lo del transporte, o lo de tu comida; a veces pensamos que ¡es imposible sacar de ahí un diezmo o quizás nunca has oído hablar del diezmo!

Bueno, te cuento que desde el principio se dan diezmos al Señor (esa fue la disputa entre Caín y Abel, la ofrenda). Y así podemos ver muchos ejemplos de personajes bíblicos llevando sus ofrendas, las primicias, ante Dios. Entonces, un diezmo es el 10 % de lo que tú recibes, eso es lo que se le devuelve a nuestro Señor por la provisión en tu vida.

Si en tu caso no recibes dinero y ahora te sientes abrumada porque no puedes honrar a Dios con tus bienes, te cuento que como jovencitas ¡hay otras maneras de hacerlo!

Puede que recibas una mesada o tu domingo y de ello puedes tomar lo que corresponde para dárselo a Dios.

A lo mejor no recibes nada de dinero, pero tienes ya conocimiento que lo que estás estudiando en la universidad, entonces, puedes darle a Dios de las primicias de tus frutos de conocimiento sirviendo en Su obra.  

Quizás lo único que tienes es tiempo, bueno, también le puedes dar tiempo a nuestro Dios.

Nunca pienses que lo que estás ofreciendo a Dios es muy poquito, no te avergüences, porque lo estás haciendo con un corazón dadivoso, entregado y consciente en querer amar y honrar a Dios. Recuerda que Dios mira los corazones, la humildad. Recuerda a la viuda pobre que solo pudo dar a Dios dos blancas (que era muy, pero muy poquito dinero), pero Jesús lo vio como la ofrenda más grande de todas, porque su corazón lo entregó con amor y sin dolor sabiendo que Dios le daría todo lo que le hiciese falta.

No te avergüences si tu diezmo es menor a un dólar, es de gran valor para Dios si lo estás entregando de corazón, y Él te dará abundancia, no te hará faltar de nada si cumples con el dar. Y si puedes ofrecer tu conocimiento como ofrenda, ¡hazlo! Hay muchos lugares donde puedes ofrecer tu ofrenda de conocimiento, en tu iglesia, en tu casa, con los necesitados… solo depende de ti querer honrar a Dios con el conocimiento que Él te ha dado.  

Y si es tu caso que aun estas en la escuela y no tienes ingresos, honra a Dios con las primicias de tu tiempo, con lo que sientas que es lo mejor que puedes darle, sirviendo en algún ministerio local, teniendo tiempo de calidad con Dios, incluso con tus redes sociales.

Anímate, todas tenemos algún bien, una primicia con lo que podemos honrar a Dios. Y recuerda que Él te recompensará por tu labor.

Por Andrea Donoso

Loading controls...