Dar y Actuar - Ser y Hacer

Proverbios 3:9 nos traza una pauta de vida al decir: “Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas”. Honrar significa dos cosas: dar testimonio delante de las otras personas de que Dios es nuestra autoridad y ser íntegros en nuestro caminar diario con Él.

El dar no es una forma de acercarnos a Dios. Nadie se ha acercado más a Dios por dar. El dar de las primicias es simplemente una afirmación de que Dios es la autoridad en mi vida -no, el dinero. Es una expresión externa de una condición espiritual interna Cuando internamente estoy agradecido con el Señor, entonces puedo darle a Él externamente.

En Latinoamérica se nos ha enseñado que dar es de lo que nos sobra y no de las primicias. Dar, más una limosna, es un reconocimiento de que Dios es el centro de mi vida y que todo el 100% de lo que tengo le pertenece a Él. Si decimos que Dios es el centro de nuestra vida, el control de nuestras finanzas lo debe tener Él. Debemos obedecerle. Buscar en Su Palabra los principios para manejar nuestra vida económica y seguirlos.

Lucas 9:23 dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”. En Apocalipsis el Señor nos dice: “Sé fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida”, no dice sé fiel hasta que te convenga, sé fiel si tienes lo suficiente, o sé fiel siempre y cuando no te incomode ¡No! Dice: ¡Sé fiel hasta la muerte!

Debemos cultivar una sensibilidad que pueda reconocer claramente qué es lo que Dios quiere que hagamos con los bienes que tenemos, pocos o muchos, y que Él ha colocado en nuestra vida. Al ceder el control de nuestras finanzas a Él, estaremos ejercitando los principios de Dios y podremos honrarlo con los primeros frutos de nuestras riquezas. Debemos decir: “Señor, en lo poco o en lo mucho que tú me das te voy a servir y obedecer. Quiero ser sensible a Tu guía. Señor, enséñame”.

Por alguna razón, cuando se trata de nuestra economía hacemos la Biblia a un lado, ya sea porque no sabemos que está llena de principios claros sobre las finanzas o porque pensamos que si Dios hubiera vivido en el país donde usted vive, tal vez Él le hubiera dado otros principios, o hasta hubiera diseñado la Biblia de forma diferente. Podemos llegar a decir que: “Dios no conocía los problemas de nuestro país”. Esta forma de pensar demuestra el nivel de influencia que tiene el pragmatismo en el pueblo cristiano de este continente.

Integridad es hacer lo que se tiene que hacer, cuando se tiene que hacer, como se tiene que hacer, sin importar las consecuencias.

Nuestra tarea principal en la vida no es la de ser exitosos económicamente o tener una empresa impresionante. Nuestra tarea principal es la de ser fieles al Señor: aprender a darle a Él con todo nuestro corazón y a actuar de una manera consistente con nuestro carácter cristiano. Todo lo demás es relativo y secundario.

Dios quiere que usted sea generoso e íntegro delante de Él. No crea que puede vivir como se le da la gana y luego esperar la bendición de Dios. Honre al Señor con sus primicias y sea íntegro en sus finanzas. Son la piedra fundamental sobre la cual construir un exitoso futuro económico.

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