David el guerrero

“Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos, y Jehová estaba con él” – 1 Samuel 18:14

Hoy nos encontraremos con una parte muy interesante de la historia. Hemos visto la valentía de David cuando peleó contra Goliat; allí no tenía miedo. A medida que leemos los Salmos nos encontramos con ocasiones en las que él confiesa sus temores. Es más, en algunas ocasiones él está tan temeroso que le vemos muy debilitado (Salmo 55:5). Pero el temor no es lo que caracteriza la valentía. La audacia en medio del temor es valentía. Así que Dios usó la audacia de David para convertirlo en un valiente y poderoso guerrero.

David fue tan exitoso en sus campañas militares que hay canciones escritas especialmente para él. Vemos en 1 Samuel 18:7 que tenían su propia versión de un desfile de celebración y las mujeres estaban cantando, “Saúl ha matado a sus miles, y David a sus diez miles.

Esto hizo que Saúl se enojara. Su ánimo inmediatamente cambió y sus celos se apoderaron de él, tanto así que trató de matar a David con su lanza… ¡dos veces! ¿No te parece increíble que David siguiera junto a él?

Saúl no quería a David a su alrededor, así que lo hizo comandante de 1000 hombres, y Dios le dio a David y a sus hombres una gran victoria. Una vez más Saúl estuvo enojado, pero además estaba temeroso por el éxito de David. Él sabía que Dios estaba con David (vs.12, 14).

Cuando leemos la historia de David, pensamos que era un gran hombre, pero debemos enfocarnos en lo que Dios hizo para que esto sucediera. Dios es más grande. David no fue un guerrero poderoso por su fuerza física, lo era por la fuerza y el poder de Dios. Así que, en vez de pensar, “Oh, cómo me gustaría tener la fuerza y valentía de David”, debemos pensar, “Quiero conocer y confiar en Dios así como David conocía y confiaba en Dios.”

Debemos anhelar que Dios nos use de gran manera para la extensión de Su reino, de la manera que Él lo vea conveniente. Para algunas de nosotras significa ser valientes y audaces en medio de la persecución. Para otras es ser igualmente valientes en lo que parezca mundano. Pero quiero asegurarte algo, tener hijos no es para aquel que es débil de corazón. Educar a nuestros pequeños de manera que conozcan la Palabra de Dios y que Le amen, conlleva mucha sabiduría, fe, oración y perseverancia. Porque llevar una vida que va en contra de la cultura del mundo, requiere mucha valentía y audacia.

Vemos a David como un gran guerrero, y él sí que lo fue. Pero hay UNO que es mucho más poderoso, aquel cuyo poder obra en los más débiles, aquel que en medio de la batalla traerá victoria y Gloria. ¡Míralo  a Él!

Desafío: Examina esos lugares de dificultad y oposición en los que debemos pedir a Dios que nos permita ser valientes y actuar sin temor. Escribe en tu diario de estudio esas cosas en las que sientes que necesitas dejar que Dios traiga la fuerza y valentía que le dio a David.

Por Jen Thorn

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