De pie y firme en tu vida cristiana

El que me conoce sabe que me encanta leer. Tengo estantes llenos de libros—todavía no me acostumbro a los libros digitales. Aunque éstos son tan convenientes y fáciles de llevar a todos lados, aun disfruto tener los libros físicos para marcarlos y escribir en ellos.  Pero todo el que tiene muchos libros sabe que para mantenerlos en pie en el estante, hace falta tener buenos "sujeta libros" a cada lado, de lo contrario se deslizan y se caen.

Organizando mis libros recientemente meditaba en qué es lo que hace al cristiano, permanecer de pie y firme (Efesios 6:13). ¿Cuáles son esos ‘sujeta libros’ que nos ayudan a mantenernos firmes en medio de los altibajos y las diversas etapas que Dios, en Su plan perfecto, tiene para cada una de nosotras?

Sabemos que Dios nos llama a regocijarnos en todo tiempo y que mucha de nuestra fortaleza se deriva del gozo con que enfrentemos cada día y cada circunstancia. Pero ¿qué necesito para que esto sea una realidad en mi vida? ¿Que necesito para permanecer de pie?

Primer sujeta libros: GRATITUD

La palabra de Dios nos manda a ser agradecidas en todo tiempo; independientemente de las circunstancias (1 Tesalonicenses 5:18). Como hijas de Dios, tenemos dos razones fundamentales para tener corazones agradecidos:

Gratitud por Su salvación.Dios ha derramado Su gracia sobre nosotros, nos ha perdonado en Cristo y nos ha llamado para vivir eternamente a su lado.

Gratitud por las bendiciones diarias.La fidelidad de Dios es evidente en nuestra vida y solo tenemos que abrir los ojos para verla. Como Padre bondadoso y lleno de amor, Él hace llover sobre nosotros misericordias nuevas cada mañana y suple todas nuestras necesidades. En ocasiones he puesto mis ojos en lo que no tengo y se me olvida contar mis bendiciones, pero cuando vuelvo a enfocarme en ellas, mi corazón rebosa de agradecimiento.

Segundo sujeta libros: ESPERANZA

Dios, en su sabiduría, no permite que sus hijos sean satisfechos con cosas terrenales. Él sabe que fácilmente pudiéramos ser distraídos y desviados a buscar satisfacción en cosas que no pueden darnos la plenitud que solo Él nos puede ofrecer. Por eso en ocasiones nos hace pasar por pruebas y desiertos para que corrijamos la fuente y el fundamento de nuestra esperanza. ¿Y dónde debe radicar nuestra esperanza?

Esperanza en Sus promesas para nuestra vida aquí y ahora. Dios no nos ha dejado solas y sin esperanza en medio de nuestro peregrinar. Él nos ha dejado cientos de promesas en Su Palabra; promesas que son certeras y garantizadas por Aquel que es todopoderoso para cumplirlas. Cuando mi corazón desfallece, lleno mi mente y mi corazón de  esas promesas que me devuelven la esperanza, aun en las situaciones más confusas e inciertas.

Esperanza en la gracia venidera.Vivimos en un mundo caído y Dios no nos ha garantizado una vida libre de dificultades. Pero algo que sí nos ha garantizado es un futuro eterno a Su lado, disfrutando de delicias para siempre en compañía de Él. Un mundo donde no habrá más lágrimas ni dolor; un mundo donde el pecado ya no tendrá victoria sobre nosotros ni donde Satanás podrá alcanzarnos. ¡Esa es nuestra más grande esperanza! ¡Nos espera un gran futuro a Su lado!

¿Te sientes fortalecida con Su gozo o te sientes descorazonada? ¿Estás de pie y firme o te sientes como un barco en alta mar llevado de aquí para allá?

¿Cómo está tu nivel de gratitud? ¿Dónde radica tu esperanza?

¿Tienes estos sujeta libros en su lugar?

¿Qué cambios en perspectiva necesitas hacer para mantenerte de pie y firme en tu vida cristiana?

Por Laura Gonzalez de Chavez

 

Loading controls...