Decidida a comprometerme

En una ocasión en que Nancy Leigh DeMoss revisaba el Manifiesto de la Mujer Verdadera, ella dijo: “qué oportunidad y obligación tenemos de reflejar al mundo el amor de pacto de Dios al proteger y preservar lo sagrado del pacto del matrimonio”. No es algo fácil de hacer, especialmente en la sociedad de hoy.

Piensa en esto. La falta de compromiso es algo normal en nuestra sociedad. . . ¡en todo!  Ya es lo que esperas. Piensa en cuán a menudo escuchamos “No es necesario hacer ningún compromiso”. Ya sea que se trate de la membresía de un gimnasio o suscripción a un servicio de correo electrónico, lo sé porque regularmente quiero conocer los términos en que puedo salir o terminar la suscripción.

Tristemente, esto también es verdad en los matrimonios cristianos. Aun si deseas permanecer comprometida a tu matrimonio, la realidad es que nuestra cultura parece tener urgencia en que abraces “tu libertad”, estimulándote a que abandones a tu esposo- o quizás conducirlo a que te abandone. ¿Cómo entonces luce el compromiso en el matrimonio cuando estás devastada o afligida? ¿Es posible permanecer comprometida cuando tu esposo no ha tomado la misma decisión?

Necesitamos historias de esperanza. A continuación te presentamos cómo luce el compromiso con el matrimonio cuando un matrimonio parece no tener ninguna esperanza. Esta es la historia de una mujer que escribió a Aviva Nuestros Corazones:

“Hace cerca de dos años, mi esposo me confesó que había estado envuelto en adulterio con una mujer más joven… En ese momento empezó un viaje que nunca había anticipado en mi vida. Decidí no divorciarme, aunque él no quiso dejar su relación luego de su confesión inicial”.

A primera vista, el compromiso de esta mujer con su esposo parecería cosa de locos, o aun como si ella estuviera delirando. Tengo que admitir que me quedé sorprendida al leer su historia. Quizás te encuentras devastada porque tu esposo ha decidido abandonarte o te dice que ya no te ama. Si ésta es la situación que estás enfrentando, permíteme decirte que el dolor que experimentas es real y crudo, y posiblemente tan profundo como humanamente podemos conocer. Mi corazón se duele por ti – esta no es la manera cómo debería ser. Que pequen contra ti y te abandonen no es el diseño de Dios para el matrimonio.

Cuando el dolor es tan punzante, hay esperanza en saber que Dios es nuestro compasivo Redentor. Él puede trabajar en maneras y circunstancias que literalmente parecerían imposibles. Leamos una última declaración de nuestra amiga:

“Mi viaje no ha concluido. Mi esposo y yo estamos en proceso de ser restaurados en nuestro matrimonio. Estoy verdaderamente agradecida por lo que Él ha permitido que experimentemos. Creo que nos quiere usar juntos para Su gloria algún día. Hasta entonces, solo puedo permanecer comprometida con lo que Dios ha permitido y continuar descansando en Su amor”.

Permanecer comprometida con el matrimonio puede ser más difícil de lo que jamás imaginaste- especialmente si has sido abandonada. Mi oración por ti es que nuestro Padre amoroso derrame Su Gracia sobre ti en tu vida en medio de este valle oscuro. Su gracia es suficiente.  

Por Liz Lockwood

Loading controls...