Del anhelo a la realidad

Piensa en los sueños que tienes y que deseas cumplir y, por favor, ¡no los subestimes! Los sueños que Dios ha puesto en tu corazón son propósitos que él quiere cumplir en tu vida. Pues además de cumplir Su voluntad, su realización es vital para tu felicidad, de otra manera viene la frustración, la tristeza, la envidia o la decepción, y todas estas cosas no harán más que bloquear ese maravilloso propósito preparado para ti. Mira lo que dice el Salmo 38:9:

“Señor, tú conoces todos mis deseos, ¡mis suspiros no son un secreto para ti!”

Dios no sólo conoce tus sueños, si no que además no es indiferente a lo que deseas. Al contrario, quiere ayudarte a cambiar y avanzar hacia nuevos horizontes. 

Considera este el momento perfecto para desprenderte de las cosas de tu pasado que no abonan nada bueno a tus anhelos ni a la visión que Dios tiene para ti. No permitas que lo que haya acontecido en el pasado sabotee tu pasión o tu ánimo. 

Así que no puedes permitir que las circunstancias actuales te afecten de forma negativa. Abraza tu determinación por cumplir tus sueños; eso es más importante que la situación a tu alrededor, porque un sueño sin compromiso ni responsabilidad será siempre sólo una ilusión. 

Abre tu corazón y tu mente con la esperanza de una mayor revelación para ti. Comprométete a vivir la vida con mayor pasión y con una comunión inquebrantable con Dios, y aprendamos juntos el proceso para cumplir tus sueños.

Loading controls...