“Sr. Palau:
He intentado vivir la vida cristiana como la Biblia manda, pero me es demasiado difícil. Me tienta abandonarla. ¿Tiene alguna sugerencia?”
Respuesta:
Esa tentación de "abandonar" no proviene de Dios, por supuesto. Es Satanás que quiere desalentarle y arruinar su vida.
La vida cristiana no es difícil vivirla. ¡Es imposible! Por su propia cuenta, siempre fracasará. Sólo Cristo puede vivir la vida cristiana. Pero Cristo vive dentro suyo, si le recibió por fe. La Biblia dice en Filipenses capítulo 2: "Porque Dios está en ustedes ayudándoles a desear obedecerlo y a poner en práctica esos deseos de hacer su voluntad".
La vida cristiana no es dura. Por el contrario, como dice en Proverbios 13: "el camino de los pecadores es duro". La vida es un deleite para el creyente que permite que Cristo controle su conducta, sus palabras y su pensar. Cuando el cristiano pretende vivir bajo su propio impulso, pronto se desalienta y pierde el vigor y el entusiasmo. ¡Dios nunca planeó que se viviera así!
La vida controlada por Cristo internamente no está exenta de ataques externos. Satanás siempre atacará. Utilizará los sentidos, la carne, las emociones y cualquier otro medio en sus ataques. Jesús dijo en San Juan capítulo 16: "En esta tierra les abundarán siempre las pruebas y las tristezas, pero no teman, porque Yo he vencido al mundo".
Le sugiero que aprenda a vivir en una amistad tan cercana al Señor Jesús como la que disfruta con su mejor amigo. Es un contacto personal que usted puede cultivar. Estas no son meras palabras. El Evangelio no es una farsa. Es una real posibilidad.
¡Viva de esta manera! "Mantengamos fijos los ojos en ese Jesús que, sin importarle lo oprobioso de tal muerte, estuvo dispuesto a morir en la cruz porque sabía el gozo que tendría después; es ese Jesús que ahora ocupa el sitio de honor más alto a la derecha de Dios", así dice Hebreos capítulo 12. Si su vida es controlada por Cristo no existirán desalientos permanentes.
