Desafío a dar gracias (Día 10)

“Entonces Abraham levantó los ojos y vio un carnero que estaba enredado por los cuernos en un matorral. Así que tomó el carnero y lo sacrificó como ofrenda quemada en lugar de su hijo. Abraham llamó a aquel lugar Yahveh-jireh (que significa «el SEÑOR proveerá»). Hasta el día de hoy, la gente todavía usa ese nombre como proverbio: «En el monte del SEÑOR será provisto»”, Génesis 22:13-14.

No sé si conoces toda la historia, pero te invito a leer el capítulo 22 de Génesis. Al hacerlo comprendemos que no por gusto a Abraham le llamaron “amigo de Dios”. Abraham confiaba en Dios hasta las últimas consecuencias. En el caso que nos atañe, hasta sacrificar a su propio hijo. Él sabía que Dios sería fiel en proveer para su sacrificio y por lo tanto no vaciló en hacer todo lo que Dios le estaba pidiendo. Abraham confiaba.

Si hay algo que agrada a Dios en sus hijos, algo que para él es un dulce aroma, se llama confianza. Y de la misma manera la falta de confianza le resulta detestable porque, dicho de manera muy sencilla, cuando no confiamos en Dios es porque dudamos de su amor, de su capacidad de ocuparse de nuestros asuntos... de que él es Dios.

Sin embargo, cuando recordamos la manera en que Dios proveyó para nosotros en el pasado, podemos dar gracias en el presente, incluso cuando la provisión todavía no sea palpable. Y esa gratitud, como he dicho otras veces, genera confianza en nosotros. Confianza en que Dios fue fiel, es fiel y será fiel para con sus hijos porque lo ha prometido.

Este desafío a dar gracias se convertirá en un monumento de gratitud para tu vida y ayudará a solidificar tu confianza en Dios. Cuando pasen los años y leas todas las cosas por las que le estás dando gracias, podrás descansar tranquila en que ese mismo Dios sostendrá tu vida y proveerá en cualquier situación.

Esa es una de las maravillas de darle gracias a Dios de manera intencional y de hacerlo por escrito. Citemos nuevamente a Jean Baptiste Massieu: “La gratitud es la memoria del corazón”.

Desafío para hoy: Haz memoria y anota tres maneras en que has visto la provisión de Dios, cuando no parecía posible.

Pasaje para memorizar: “Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús”, Filipenses 4:19.

Vive agradecida y confiada en Dios.

Loading controls...