Desafío a dar gracias (Día 24)

Tuve la bendición de disfrutar de un concierto al aire libre de Hillsong United, el conocido ministerio de adoración australiano. Mientras estaba allí, bajo el cielo parcialmente nublado de Miami en otoño, pensaba: “¡Qué gran privilegio, Señor!” Y no era solo por poder cantar a todo pulmón junto a este grupo que tanto me gusta, sino el privilegio de poder adorar a Dios con entera libertad. 

He vivido en los dos ambientes, donde se adora libremente y donde te ponen muchas restricciones para vivir la fe que crees. Y aunque ahora sé que ambos casos tienen “sus pros y sus contras”, realmente la libertad de adoración es un regalo de Dios. 

¿Lo habías pensado? Eso que para nosotros es tan común y que damos por sentado, para una gran parte de los cristianos del mundo es un lujo inalcanzable. Le llaman la iglesia subterránea. Algunos para cantar tienen que mover los labios pero no emitir sonidos. ¿Te imaginas? ¡Y pensar que a veces nos quedamos en casa porque el aire acondicionado no funciona, o está lloviendo o hace mucho frío o calor! ¡Dios nos perdone! 

Sí, la libertad de adoración es un regalo de Dios por el que quizá nunca le habías dado gracias, y a eso quiero invitarte hoy. En este mundo humano nada tiene garantías. Aunque hoy podamos cantar con Hillsong o cualquier otro grupo a viva voz, mañana pudiéramos vernos en la situación de la iglesia que se reúne bajo la presión de la persecución. Así que tenemos que abrir nuestros labios y darle gracias. 

Desafío para hoy: Anota cuáles bendiciones implican para ti tener libertad de adoración. Y sería bueno también que escribas una oración por aquellos hermanos en la fe que no disfrutan de este don preciado. 

Pasaje para memorizar: “Te daré gracias, Señor, en medio de toda la gente; cantaré tus alabanzas entre las naciones”, Salmos 57:9.

Loading controls...