El fiel pastor

“Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos su pueblo, ovejas de su prado” – Salmo 100:3

Muchas de nosotras estamos familiarizadas con el salmo 23. Es una poesía hermosa la cual nos muestra que Dios es como un pastor gentil, bondadoso, protector con su pueblo.

Pero el salmo 23 no es el único lugar en el que este ejemplo es usado.

En el salmo 103:3, el pueblo de Dios es descrito una vez más como ovejas que son guardadas y provistas en los pastos de Dios. Las ovejas se juntan alrededor del pastor y Él las guía a los pastos donde ellas puedan comer y llenarse.

¡El Señor es nuestro pastor! Él es quien cuida, provee y aun pelea por los suyos.

Dios puede proveer alimento físico para que crezcamos y seamos fuertes y saludables, pero más importante es que nos da alimento espiritual para que nuestras almas sean nutridas. La comida física es importante para la vida, puedes pasar el resto de tu vida cultivando tu propia comida orgánica, comiendo saludable  y ejercitándote - pero todo eso no tiene sentido, si no tienes vida eterna.

Como ovejas vivimos y nos movemos en los pastos de Dios. ¿Qué son estos  pastos?

Amigas, la Palabra de Dios.

“Las escrituras son los pastos verdes, siempre fresca, siempre rica y nunca se acaba. No hay temor de morder el suelo desnudo porque la hierba siempre es suficiente para que el rebaño descanse. Dulce y plena es la doctrina del evangelio, comida saludable para el alma, así como la hierba es un nutriente para las ovejas.” – C. H. Spurgeon

Tu Biblia es dulce y satisfactoria para tu alma y debes consumirla todos los días.
Tomarla, masticarla y digerirla llena con verdad y fortaleza tu corazón. Esa verdad, como el amor de Cristo, anima nuestra fe, nos llena de paz, nos deja descansar, encontramos contentamiento, nos llena de gozo y experimentamos refrigerio. Es lo que nos permite sufrir bien y encontrar comodidad en los tiempos oscuros.

¿Alguna vez has estado sin leer la Biblia? Has notado que comienzas a sentirte débil espiritualmente. Aún si no te sientes diferente es como que estás creciendo débil. Al descuidar los “pastos verdes” de la Palabra de Dios, andaremos en terrenos peligrosos, nos enredaremos en tonterías, caeremos en un hoyo de pecado y nuestras almas se morirán de hambre.

Pero Dios es el fiel pastor. Nos viste, nos alimenta, somos sus amigos, nos protege y nos muestra el camino a seguir. Así como Frank Hall decía, ¡El señor Jesús es todo lo que necesita mi vida!

Por Jen Thorn

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