El gozo de nuestra salvación

“Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación” – Habacuc 3:18

William Tyndale era un estudioso que tradujo la Biblia a una forma temprana del inglés moderno. Él compartía sus puntos de vista y era especialmente apasionado por las buenas noticias del evangelio.

Tyndale dijo, “Evangelion (evangelio) es una palabra griega y significa buenas, felices, amables, gozosas noticias, que hacen alegrarse al corazón del hombre y hacerle cantar y bailar de gozo.”

Él creía que la gracia libre y el perdón total que tenemos en Cristo es la base de todo nuestro gozo y comodidad. Es la fundación de nuestra paz y contentamiento. Es lo que debería hacer que nuestros corazones estuvieran contentos y nuestro rostro alegre.

¿Tenemos esta clase de gozo?

Muchas de nosotras, yo incluida, deberíamos ser convencidas al contemplar todo lo que Cristo ha hecho por nosotras y el futuro que nos espera. Y, aun así, caminamos a través de la vida quejándonos, insatisfechas, tristes y deprimidas.

¿Por qué deberíamos estar tristes?

Nuestro gozo presente.

Todos nosotros encontramos días duros y temporadas difíciles. Incluso ahora podemos ver el sufrimiento a nuestro alrededor, tanto en personas cercanas como en lo personal y también lejos, incluso en otros países. Pero aun en estas circunstancias difíciles la obra de Jesús hace posible que estemos gozosas. El perdón que tenemos en Jesús nos asegura que Dios está de nuestro lado, que él estará con nosotros en cada circunstancia de la vida. Nuestras almas están seguras, y aunque no podamos siempre ver lo bueno en nuestra oscuridad, se nos ha prometido que cada momento será para nuestro beneficio. Dios no rompe Sus promesas.

Nuestro gozo futuro.

La esperanza de gozo va más allá de este mundo. Aquellos que tienen el regalo de perdón también reciben el regalo de la adopción que viene con la herencia. Estaremos, sin ninguna sombra de duda, cara a cara con Jesús y eso será un día glorioso. Entonces nuestro gozo estará completo. Toda dificultad y todo pecado, todo sufrimiento y duelo se terminarán. En este lugar habrá un gozo tan puro que nos maravillaremos y alabaremos a nuestro Dios.

Necesitamos aprender a enfocarnos en nuestro futuro un poco más porque esto impactará la manera en la que vivimos hoy. Incluso cuando siento que me fatigo más de lo que puedo soportar, puedo vivir hoy sabiendo lo que tengo ahora y lo que recibiré en el futuro.

Bajo todo ese sufrimiento y pruebas podemos tener un gozo robusto porque la culpa de nuestro pecado ha sido quitada y nuestra relación con Dios es perfectamente restaurada.

Jesús es nuestro gozo, pero no experimentaremos este gozo si no lo comprendemos. Cuanto más comprendemos todo lo que Jesús ha hecho por nosotros y todo lo que tenemos en Él, más gozo tendremos.

Por Jen Thorn

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