Tanto Cenicienta, como Blanca Nieves y la Sirenita vivieron felices para siempre… Luego de haberse casado. Pero eso solo ocurre en el país de los cuentos de Hadas.
Aquí, en el mundo real, las solteras a menudo tenemos estrellitas en los ojos soñando con un matrimonio, mientras las mujeres casadas recuerdan con suspiros sus días de solteras.
No tomó mucho tiempo para que reconocieran que su matrimonio no sería una dicha eterna.
Ya sea que se trate de un hada madrina olvidadiza o que su varita mágica no funcionó bien — los matrimonios hermosos no ocurren porque sí. Tu príncipe es un pecador (al igual que la princesa con quien se casó). Por eso quiero que nos enfoquemos en el compromiso número 10 del Manifiesto de la Mujer Verdadera:
“Honraremos la santidad, la pureza y la estabilidad del compromiso matrimonial—ya sea el nuestro o el de otros”.
Casada o no, realmente espero que asumamos ese compromiso.
A las solteras: Queremos seguir compartiendo en nuestros mensajes reflexiones que te ayuden a tener la perspectiva correcta. Podrás beneficiarte de las enseñanzas de otras mujeres sobre el matrimonio, ya sea para equiparte tú misma, como para estimular y orar por tus amigas casadas.
A las felizmente casadas: Estoy muy contenta de que tengas un buen matrimonio. Aun así, siempre hay lugar para mejorar. En el blog tratamos de tener herramientas prácticas que bendigan tu matrimonio aún más.
A las que no están felizmente casadas: Hay esperanza para tu matrimonio. Si crees que Dios levantó a Jesús de los muertos, entonces, conoces que Él se especializa en traer vida a aquellas cosas que están muertas. ¿Tomarías un momento ahora para unirnos en oración y pedirle a Dios que te de esperanza y te ayude? ¡No te rindas!