El Shaddai

Como las Escrituras dan testimonio del Señor, las mismas nos ordenan escudriñarlas (Juan 5:39). Entonces, para tener un mejor entendimiento de Él, examinaremos uno de Sus nombres, El Shaddai.

En casi todos los textos, está palabra está traducida como “el todopoderoso”, resaltando obviamente su poder. Pero al investigar más, es interesante descubrir que tiene mucho más significado que “todopoderoso”. La palabra “El”  significa poder, pero “shaddai” la completa con un entendimiento del mismo.

Hay dos formas de ver este significado; el primero viene de la raíz “shadayim” que significa senos. El poder de una madre nutriendo, supliendo y satisfaciendo a su hijo. Pero cuando se trata de Dios, entonces implica que Él  puede ayudarnos a crecer no solamente físicamente (Mateo 6:33) sino también espiritualmente (2 Pedro 1:3-4). Esto concuerda con el comentario de James Montgomery Boice sobre este texto cuando dice “debido a esto [la raíz del nombre Shaddai], yo creo que este nombre realmente se refiere a Dios como aquel de quien sus hijos obtiene nutrición”[1]. 

La nutrición que Él provee para nosotros es suficiente y perfecta, porque Él es el pan de la vida (Juan 6:35). Él es quien provee abundantemente (Filipenses 4:19) y puede realizarlo porque Él es el dueño de todo (Salmos 24:1). El poder en este sentido es un poder tierno, un poder que protege, un poder que busca lo mejor para sus hijos (Romanos 8:28).

El “shaddai” también trae a la mente la fertilidad. Como Él tiene el poder para crear todo (Juan1:3), Él es también quien abre y cierre la matriz (1 Samuel 1:6). Génesis 28:3 relata específicamente que es el todopoderoso quien es el responsable de que seas fecunda a través de su bendición. El mismo Dios que creó todo en principio, sigue creando todo hoy en día.

El segundo significado es de la raíz “shadad”, que significa dominar, destruir o devastar. ¿Cómo es que un Dios tierno y amoroso puede ser tan destructivo al mismo tiempo? Lo que viene a mi mente es la agresión de una osa cuando enfrenta algo que amenaza a su cachorro. La misma ternura se vuelve una fiera para protegerlo.

Dios es igual con nosotros. Él ha creado todo para que podamos disfrutarlo en Su presencia, pero después de Génesis 3 vivimos en un mundo caído, lleno de pecado y consecuentemente de dolor. Las elecciones que hacemos nos pueden traer gozo, frustración o dolor. Él, en su amor infinito, sigue buscándonos para que podamos volver a Él y sentir el gozo que solamente se encuentra en Él. Y en nuestras decisiones equivocadas, Él nos da el escape para evitar cualquier cosa que nos destruirá (1 Corintios 10:13).

Cualquier dios falso que amemos Él lo destruirá, porque de lo contrario ese mismo dios nos destruiría a nosotros. Y cuando llegamos a los tiempos finales, Él destruirá todo la maldad y reinará con sus hijos (Apocalipsis 17:14). El mismo poder de destruir que Él tiene, le da la capacidad de nutrirnos, sostenernos y satisfacer nuestros anhelos. Cuando estamos inquietas, ansiosas, miedosas y anhelamos la paz que transciende todo entendimiento (Filipenses 4:7), es en el “seno” de nuestro Dios que nos encontramos llenas y satisfechas. Él es el único que tiene el poder y la sabiduría de reconocer nuestros anhelos legítimos y bendecirnos con todo lo que necesitamos.

Génesis 49:24-25 dice pero su arco permaneció firme y sus brazos fueron ágiles por las manos del Poderoso de Jacob (de allí es el Pastor, la Roca de Israel), por el Dios de tu padre que te ayuda, y por el Todopoderoso  que te bendice con bendiciones de los cielos de arriba, bendiciones del abismo que está abajo, bendiciones de los pechos y del seno materno.”  Esto es nuestro Dios, el mismo Dios de ayer, hoy y por siempre (Hebreos 13:8). ¡Adórale a Él y solamente a Él porque es el único digno de adorar!

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