¿Es malo querer ser atractiva?

Parece una pregunta muy fácil de contestar, pues solo podría tener dos respuestas, “sí” o “no”… Y te prometo que responderé, pero te invito a seguir leyendo y observar conmigo algunas consideraciones antes de dar un monosílabo definitivo.

Como fan que fui de estudiar durante mis años en el colegio y en la universidad, el “regreso a clases” era una de mis temporadas favoritas. De hecho, muchas veces el primer día coincidía con mi cumpleaños y esto lo hacía mucho más emocionante. PERO, esto también venía con el estrés de lucir hermosa y que los demás tuvieran una buena impresión de mí. Luché con el sobrepeso y luego con anorexia, y luego con el que solo se fijaran en mí por mi cuerpo…

Te cuento esto para que entiendas que cambiar “eso” que crees que te hará más atractiva, no eliminará por completo tus luchas… Bueno, vamos a lo prometido, ¡la respuesta! Solo que antes quisiera hacerte algunas preguntas: ¿A quién quieres “atraer”? ¿Para qué quieres lucir atractiva?

Y quizás pienses que “ya me olvidé de lo que es ser joven” y que vendré con la “cantaleta” de que la belleza no es lo importante. Pues déjame sorprenderte y decirte que creo que la belleza es sumamente importante y lo es aún más cultivarla. Tampoco me he olvidado de lo que es ser joven, sino que anhelo decirte estas cosas porque precisamente fui joven y también luché con las inseguridades y el deseo de que los demás me encontraran linda:

1. Siempre serás atractiva, pero tú decides a qué tipo de personas quieres atraer.

2. Puedes dejar la inseguridad en el clóset porque ¡eres hermosa! Piensa que el Dios que diseñó las margaritas y las rosas también te diseñó a ti. Cuida esa belleza que Dios ha depositado en ti siendo tú, única, hermosa, irrepetible.

3. No caigas en el engaño de que tienes que ser como las demás o lucir como las demás para ser atractiva. Expón con clase tu dignidad mostrando con tus gestos y atuendos al Dios que sirves.

4. Sé una modelo del hermoso diseño de Dios para la mujer, el dulce pero suave llamado a ser una ayuda idónea para tu círculo de influencia.

5. Luce con una sonrisa el vestido que te puso Dios: "Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido",Gálatas 3:27 (LBLA).

6. Finalmente, busca lo que es hermoso a los ojos de Dios (lo que para Él es atractivo): "No se interesen tanto por la belleza externa: los peinados extravagantes, las joyas costosas o la ropa elegante. En cambio, vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios",1 Pedro 3:3-4 (NTV).

Creo que ya no necesitas que responda la pregunta inicial, ¿verdad? Eres hermosa y valiosa a los ojos de Dios y fuiste creada a Su imagen. No caigas en el engaño de dudarlo ni de echar tus perlas a los cerdos con prendas o actitudes provocativas para llamar la atención.

Por Clara Nathalie Sánchez Díaz

 

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