"Arregla tus negocios en la calle y realiza tus tareas en el campo, y luego podrás construir tu casa.” – Proverbios 24:27 (DHH)
Este versículo es breve pero conciso: debes establecer tus prioridades.
Probablemente parezca confuso que la Biblia nos diga que debemos trabajar en los campos y arreglar nuestros negocios antes de construir una casa, pues, para muchos, tener un lugar donde vivir significa una prioridad. Sin embargo, trabajar en el campo no sólo es la manera de obtener alimentos, sino también es la oportunidad de obtener ingresos con la venta de nuestras cosechas. No está en cuestión que primero necesitamos alimentarnos y proveer las necesidades de nuestras familias antes de cualquier cosa, pues, ¿de qué sirve tener una casa si no tenemos el dinero para pagar el arriendo o la hipoteca?
Establecer tus prioridades depende mucho de tu situación personal. No todos tenemos las mismas, pero sólo tú conoces tus necesidades y las de tu familia, y también conoces la manera en cómo gastas tu dinero. Así que toma un momento para pensar qué gastos tienes que no son prioritarios.
Para descubrir esto, basta con que anotes todos tus gastos, ya sea en una libreta, o usar una aplicación en tu celular (hoy en día hay muchas que gratuitamente te ofrecen ayuda para administrar tus finanzas). Al final de la semana o del mes, revisa qué gastos no fueron necesarios, pero que continuas repitiendo; quizá tengas una fuga de dinero que no percibes porque ya la has tomado como un hábito.
Luego de identificarla, elimínala si no es una prioridad, pues sólo te estorbará para lograr tus metas.
Así que de hoy en adelante, asegúrate de tener bien establecidas tus prioridades antes de gastar en lujos o comodidades innecesarias.
