Fortaleza en un mundo lleno de tentación

“Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida de sus poseedores.” Proverbios 1:19

Mis pies usualmente tocan el piso cada mañana a las 5:00am. Y si me preguntas si soy tentada fácilmente por las cosas de este mundo te diré, “no, ¿cómo se te ocurre?”
Haber dormido bien, tener una taza de café en la mano y el hecho de no haber interactuado con ningún ser humano ni haber tenido un pensamiento coherente hasta ese momento, tiene mucho que ver con mi respuesta. Jaja. Pero espera un minuto o dos a que unos chicos hambrientos comiencen a aparecer en la mesa y me dé cuenta de que mi corazón es engañoso, que este mundo es despiadado y que una taza fuerte de café no me lleva todo el camino.

Vivimos en un mundo lleno de tentaciones

Y agrégale a eso nuestros corazones pecadores (como decía Pablo, usualmente nos deja hacer las cosas que no queremos hacer), y un verdadero enemigo (que está constantemente merodeando y rugiendo como un león, en busca de quién devorar), y no estoy exagerando al decir que cuando nuestros pies tocan el piso casda mañana entramos en una zona de guerra.

“Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas.” – Proverbios 1:10

No importa en qué etapa de tu vida te encuentras, ninguno está libre de tentación. Joven o adulto, nuevo creyente o espiritualmente maduro; mientras vivamos en este mundo estamos rodeados de pecado y de otros pecadores.

Los hombres son codiciosos por ganancias injustas y no les importa llevarse a nadie por delante. Esa tentación por tener más nos visita cada noche, ese adulterio está tan cerca como el vecino del lado, y ese enemigo está a solo unos pocos pasos de nosotras. Cuanto antes reconozcamos los grandes peligros que se ciernen alrededor de nosotros, podremos tomar medidas para luchar contra ellos.

“…Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas, Y a sus almas tienden lazo. Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, La cual quita la vida de sus poseedores.” -Proverbios 1:18-19.”

Aquí está la cosa… no importa lo seductor que inicialmente se vea, el pecado nunca produce la recompensa que esperamos. Sólo caminar en la sabiduría de Dios – encontrar nuestra plena confianza, entrega y satisfacción en Él – puede darnos la paz que nuestros corazones anhelan.

Así que, hablando prácticamente, ¿cómo podemos manejar las tentaciones cuando vienen a nuestra vida?

En su libro Amo comer, odio comer, Elyse Fitzpatrick recomienda escribir una lista de pasos que te ayudarán a combatir la tentación. Ella comparte la siguiente lista con referencia a comer más de la cuenta, pero puede ser fácilmente ajustada a cualquier tentación que puedas estar afrontando:

- Le pediré al Señor que me ayude a recordar que Él nunca me dejará o me abandonará.

- Dirigiré mis pensamientos a Su bondad y Sus bendiciones en mi vida.

- Recordaré que mis viejos deseos o ídolos nunca me ayudarán a encontrar paz o dicha.

- Llamaré a mi compañera de oración y le pediré que ore conmigo.

- Si es posible, iré a caminar y me iré de la cocina o iré a otra habitación.

- Recordaré que Dios me está viendo y que me ama demasiado, tanto que Él envío a Su Hijo para morir por mi pecado.

- Pondré algo de música de alabanza o mi Biblia en audio y cantaré y agradeceré a Dios por Su bondad.

- Buscaré mis versículos sobre disciplina para alimentarme y comenzaré a leerlos.

- Y, si he comenzado a pecar, me arrepentiré y me detendré. Recordaré que no debo seguir a pesar de que ya comencé. No estoy buscando la perfección, pero si me detengo ahora, sé que Dios estará complacido conmigo.

No importa que tan “fuertes” pensamos que somos, no podemos pelear contra la tentación con nuestro carácter humano. Jesús les dijo a los discípulos que el espíritu está dispuesto pero la carne es débil (Mateo 24:41). Incluso ahora Satanás estaría feliz de pillarnos con las defensas abajo y nos tentará en nuestras áreas débiles cuando menos lo esperamos. Pero con un plan de acción establecido –ese que pone la Palabra de Dios en primer plano– podemos tomar pasos diarios para llenar nuestras mentes con la verdad e intencionalmente alejarnos del pecado que tan fácilmente nos envuelve. Y recuerda, si pides a Dios sabiduría, Él te la dará generosamente (Santiago 1:5).

Amiga, no es el momento de detenerte. estemos alerta a las tentaciones que nos llegan! ¿Qué pasos tomarás para pararte firme en este mundo lleno de tentaciones?

Por Whitney Daugherty

 

Loading controls...