Ganar dinero fácilmente

“Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, La cual quita la vida de sus poseedores.” – Proverbios 1:19

¿Has oído decir que vivimos en el mundo de lo instantáneo? Todo se obtiene rápidamente y en el menor tiempo posible. Es que nadie quiere esforzarse o esperar el tiempo de la cosecha; si hasta los agricultores aceleran el proceso de crecimiento de sus productos para poder venderlos rápidamente.

Y existe la tentación de hacer dinero rápido y fácil, a veces con engaños y estafas con tal de tenerlo ya. En el tiempo de Salomón pasaba lo mismo: la tentación de hacerse rico a través de acciones deshonestas o injustas era una forma de involucrarse y hasta se mataba con tal de hacerse rico.

Esto me recuerda la historia de un joven economista que fue titular en las noticias y periódicos de mi país. Él era un hombre creíble, de hecho fue invitado a varios programas de televisión para hablar de hacer dinero fácil o de invertir dinero para obtener ganancias suculentas. Todo el mundo le creyó, hasta sus más cercanos, quienes confiaron e invirtieron las ganancias de toda una vida con tal de obtener ganancias aparentemente honestas.

Sin embargo, el pecado de la codicia hizo que este hombre hiciera una estafa piramidal y producto de ello estafó a muchas personas. Hoy día está enfrentando un juicio en su contra.

Quizás tú y yo no estamos a la altura de hombres como en los tiempos de Salomón o como este joven economista, pero sí estamos expuestas a la tentación de ganar dinero fácilmente a costa de mentiras, engaños o “arreglos”. Esto puede presentarse sutilmente y aparentemente bueno, y es que el pecado nunca se presenta como tal, siempre nos presenta la cara bonita de lo que puede ser algo totalmente en contra de los principios de Dios. No podemos tranzar nuestros valores cristianos y alinearnos a la corriente de este mundo. El consejo de Dios es:

“Hijo mío (mía) si los pecadores (“amigos”, inversionistas, etc.) te quisieren engañar, NO consientas”.

“Hijo mío (mía) no andes en caminos con ellos, aparta tu pie de sus veredas.”

Necesitamos ser sabias a la hora de ser tentadas a obtener dinero a través de ganancias deshonestas. Las tentaciones son fuertes y atrayentes, pero no consintamos, no demos lugar a ninguna puerta o ventana de nuestra vida que nos lleve a equivocarnos y luego lamentar. Oremos a Dios, pidamos Su voluntad y guía para tomar sabias decisiones. Pidamos a Dios que nos libre de ser engañadas. No debemos involucrarnos en negocios sucios o ser cómplices de engaños; aunque no seamos los autores, el consentir es un forma de dar lugar a ello.

Como lo mostró el ejemplo de José y también el consejo que Pablo le dio al joven Timoteo, “HUYAMOS” de las tentaciones, es de valientes huir. Sí amiga, eres una joven valiente si te arrancas de la tentación de hacer lo incorrecto con el fin de ganar dinero fácilmente. Dios nos provee de todo lo necesario y si has de necesitar dinero para una situación específica, confía en tu Dios proveedor y echa mano de la fe que se nos ha dado para creer que Él tiene cuidado de nuestras necesidades.

Por Elba Castañeda

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