Gracia para obedecer

“Nunca pensé que sería capaz de hablar con mi antiguo empleador. Robé dinero de la compañía y, unos años más tarde, Dios realmente trajo convicción a mi vida. Conduje por espacio de 10 horas para encontrarme con mi jefe anterior. Le confesé todo".

El llamado de Dios al arrepentimiento no siempre es una experiencia placentera. No obedecemos por nuestra propia habilidad, sino a través de la gracia de Dios.

¿Hay algo que Dios te esté llamando a hacer, pero piensas que no puedes? Tú no puedes. Pero si le pides a Dios por Su gracia y Su ayuda, es asombroso lo que Él puede hacer a través de ti.

Considera Hebreos 4:16. “Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna”.

“Nunca hubiera podido confesarlo si no fuera por la fortaleza y el poder de Dios para ayudarme”.

Dios nos da gracia para obedecer cuando empezamos a buscarlo.

Loading controls...