Guía para controlar sus gastos: Ahorro

Es imprescindible tener una meta de ahorro en cada familia. Una buena regla a seguir es ahorrar por lo menos el 5% de nuestras entradas. Los japoneses ahorran, en promedio, el 7% de sus entradas de dinero.

En Estados Unidos, uno de los países más avanzados económicamente, sólo se ahorra entre el 2 al 3%. Lamentablemente, esto va a provocar serios problemas en el futuro.

La pregunta no es si debo ahorrar, sino qué porcentaje de mis ingresos debo ahorrar. El libro de Proverbios dice que debemos mirar a la hormiga que trabaja durante el verano y acumula para el invierno. Ahora que tenemos energías y fuerzas, ahora que podemos trabajar y que las cosas nos van bien, debemos guardar para el futuro, para cuando no tengamos tantas fuerzas o nuestra situación actual cambie.

Si usted me dice: “Nosotros tenemos muchas deudas. No podemos estar ahorrando porque tenemos que pagar las deudas”. Esto es un tremendo error. Piense en lo siguiente: si tiene deudas y llega algo imprevisto en su vida, ¿a dónde va a recurrir para no caer en más deudas? Va a recurrir a sus ahorros. Pero, si no tiene ahorros que le provean una zona de alivio, un respiro, entonces va a tener que pedir prestado aún más y va a caer más profundamente en deudas. Usted debe ahorrar aunque sea el 1% de sus entradas mensuales.

El doctor Larry Burkett cuenta la historia de un pastor que se dedicaba a establecer iglesias por toda Latinoamérica. Este misionero pidió hablar con él y tuvieron una cita. El Doctor Burkett pensó: ¿Qué le voy a decir a este hombre, que no gana casi nada? Vive con sueldos de miseria, sacrificándose en los pueblos perdidos de Latinoamérica. Sin embargo, cuando se sentaron a conversar, el pastor le dijo: “Tengo un problema bastante serio. Tengo más o menos 150 mil dólares en el banco y no sé qué hacer. En estos momentos las entradas de dinero, por los intereses, son más altas que las entradas de dinero que me paga la misión”. Entonces, el Doctor Burkett, completamente sorprendido, empezó a investigar: “¿Cómo puede ser que este hombre tenga tanto dinero?”. El misionero le respondió: “Tengo un principio básico en mi vida: nunca gasto más de lo que recibo”.

Si uno no gasta más de lo que gana, nunca va a estar endeudado. Este pastor ahorraba muy poco cada mes, pero con lo poco que ahorraba, iba comprando un terrenito aquí y otro allá. Como eran lugares pioneros, al principio eran de escaso valor. Pero después de veinte o treinta años de ministerio, esos terrenos estaban en lugares céntricos de la ciudad y los podía vender por una cantidad de dinero muchísimo más grande.

A veces pensamos que con lo poco no se puede hacer nada. Pero es todo lo contrario, si invertimos, nuestros pequeños ahorros producirán fruto. Tengo un amigo que siempre me decía: “Mira Andrés, invierte en terrenos y propiedades, porque hay una sola cosa segura en este mundo, y es que Dios no va a hacer más tierra”.

Entonces: invierta, guarde, ahorre, aunque sea un poco de dinero cada mes. Confíe en que Dios será su proveedor. Si usted es una persona que no guarda; que vive la vida en forma irresponsable sin ahorrar para esos momentos de dificultad; tarde o temprano se va a encontrar en serios problemas. El ahorro es más que una cuenta en el banco o un terreno.

El ahorro debe ser una disciplina de la vida que siempre dará fruto si lo alimentamos fielmente. El ahorro puede ser parte de la herencia que dejaremos cuando Dios nos llame a su Presencia. ¿Quiere un aumento de sueldo? Ahorrar es una muy buena manera de darse un aumento de sueldo. Benjamín Franklin siempre decía: “Un peso ahorrado es un peso ganado”.

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