Invertir en un legado duradero

El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto” – Rut 4:5

¿No te encanta cómo Booz es un hombre de palabra? Justo después de que Ruth regresará con Noemí con un manto lleno de cebada – y estoy segura que con un corazón lleno de esperanza – Booz no pierde tiempo y viaja a la ciudad, como él dijo que lo haría.

Booz está listo para cumplir con su palabra. Él hará todo lo que esté en su poder para traer la redención a las vidas de Rut y Noemí.

De nuestra lectura en la Escritura de hoy, vemos que Booz no solo es capaz de encontrarse con este pariente – redentor más cercano, sino que también es capaz de reunir a los diez ancianos de la ciudad para que celebren esta importante reunión -y puedo añadir- improvisada.

Para nuestra consternación, al principio este hombre parece ansioso por redimir la propiedad de Elimelec, hasta que oye lo que viene con la redención.

El costo es demasiado.

El potencial sacrificio a su propio patrimonio es demasiado alto.

Él sólo está interesado en redimir lo que beneficiará la continuación de su nombre…  no el nombre de otra persona.

Si él entra en este papel de redención como pariente-redentor y asume la tierra y la “propiedad” de Elimelec, este hombre se arriesgaría a poner su propia herencia en juego si tuviera un hijo con Rut.

“Si hubiera un hijo de la relación con Rut, el redentor perdería el campo y no habría ningún beneficio para sus propios hijos y bienes, para compensar los costos involucrados en el cuidado de Noemí  y Rut.” – Iain Duguid

Así que cuenta el costo y decide pasar la oportunidad.

Y, por supuesto, todos nosotros nos emocionamos por lo que esto significa para Rut y Noemí.

Aunque Rut pudo haber sido rechazada por el primer pariente-redentor, Booz entra y hace cumplimento de su palabra. Él la acepta, la ama y toma con alegría la responsabilidad de cuidar a Rut y a Noemí… sin preocuparse de qué nombre continúa.

 

Qué irónico que el primer pariente-redentor se preocupara más por proteger su nombre y su herencia, sin embargo, ni siquiera sabemos su nombre. Booz, por el contrario, no se preocupaba por esos asuntos. Él eligió amar, aceptar y ayudar a aquellos que no tenían el poder de ayudarse a sí mismos, y su nombre se ha mantenido a través de generaciones debido a su obediencia y el bien que hizo. El nombre y los hechos de Booz viven a través de la Escritura.

“El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” – 1 Juan 2:17

Amigas, como el pariente más cercano-redentor, todas tenemos la opción de vivir para nosotras mismas o vivir en obediencia a Dios. Podemos elegir vivir vidas que son normales en nuestra propia fuerza y lo que podemos lograr, o podemos elegir vivir la verdad de Dios y vivir vidas que son extraordinarias debido a cómo permitimos que Dios trabaje a través de nosotros.

Podemos elegir jugar a lo seguro, o podemos elegir vivir vidas en completa obediencia a Dios. Nuestras decisiones dictan el tipo de legado que dejamos atrás.

El nombre de Booz se conserva en la Escritura y el otro hombre nunca se oyó de nuevo. Lo que él pensaba que estaba salvando, lo perdió. Lo que a Booz no le interesaba salvar, lo conservó.

Oh amiga, podemos elegir ser mujeres que son como Booz – mujeres que están dispuestas a obedecer a Dios; mujeres que están dispuestas a redimir, amar y proteger a los rechazados por el mundo. Que seamos mujeres que aman y se preocupan por lo menos entre nosotros. Que seamos mujeres que son como Booz. Que seamos mujeres que son como Jesús.

¿Quién ha sido un “Booz” para ti y qué impacto tuvo la bondad de esta persona en tu vida?

DesafíoEsta semana, ora y pídele a Dios que te ayude a ser ese Booz en tu comunidad, tu lugar de trabajo, tu iglesia o en tu escuela. ¿A quién ha puesto Dios en tu camino que puedas ayudar, animar o ser una amiga, cuando los demás no lo son?

Por: Angela Perritt

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