La búsqueda de santidad

Leer 1 Pedro 1:15-21

Los hijos de Dios estamos llamados a vivir en reverencia a Él. Una fuerte motivación para una vida recta es la cruz de Cristo y lo que ella representa.

Primero, la cruz es un recordatorio de nuestra condición original por causa del pecado. Segundo, apunta a nuestra necesidad de un Salvador. La justicia divina decreta que la paga del pecado es la muerte (Romanos 6:23). Pero el único pago aceptable es un sacrificio de sangre de una vida perfecta (Levítico 17:11; Deuteronomio 17:1). Puesto que todos somos culpables, no podemos pagar por nuestros propios pecados. Tercero, fue en la cruz que Jesús tomó nuestro lugar y sufrió la ira de Dios para que pudiéramos ser perdonados. Cuarto, la crucifixión marca el momento en que la justicia de Dios fue satisfecha y Él demostró su misericordia. Por último, señala la manera de reconciliarse con el Padre y ser adoptados en su familia. Solo por la fe en Jesucristo podemos ser salvos (Juan 14: 6).

Lamentablemente, muchos han olvidado el requisito de Dios en cuanto a la santidad (v. 15). En vez de acatar sus normas en cuanto a comportamiento y actitud, tienden a adoptar valores mundanos que les resultan más convenientes. Después, el placer y las riquezas materiales tienden a reemplazar a la obediencia y al servicio humilde. Tales cosas son estimuladas por la sociedad, que tiene poco temor de Dios y que, por lo general, ignora sus advertencias y sus mandamientos.

Para contrarrestar la influencia de la sociedad, mantenga el significado de la cruz frente a usted. Entonces se sentirá motivado a buscar la santidad, en honor de Aquel que dio su vida para salvarle.

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