¿La caída lo ocasionó todo?

Existe mucho debate en la comunidad cristiana sobre el delicado tema de la distinción de los roles. Por un lado se argumenta que el rol de sumisión de la esposa según lo describe Efesios 5 fue resultado de la caída. Señalan la declaración de Dios a Eva en Génesis 3:16 y ven la sumisión como un elemento de "maldición" y una consecuencia directa de su desobediencia. Si éste fuera el caso, ¡tendríamos una lucha aún mayor con la sumisión!

Realmente, creo que aun antes de que existiera la caída vemos la distinción de los roles y el diseño de Dios para los esposos como líderes y las esposas para afirmar ese liderazgo a través de una sumisión inteligente, valiente, no egoísta a la autoridad de Dios.

¿Por qué? Aquí les comparto algunos pensamientos:

-El hombre fue creado primero (Génesis 2:7).
-Dios le dio al hombre la responsabilidad de cuidar el jardín (Génesis 2:15).
-Dios le dio al hombre la autoridad de poner nombres a las criaturas (incluyendo a la mujer) (Génesis 2:19-23).
-Dios colocó al hombre en la posición de proveedor y protector al darle la responsabilidad de cuidar del jardín y darle instrucciones de protección espiritual al advertirle sobre las consecuencias de la desobediencia - aún antes de que la mujer fuera creada (Génesis 2:15-18)
-La mujer fue creada por Dios para gobernar con el hombre como co-regente sobre la creación (Génesis 1:26-28).
-La mujer tenía una relación con Dios ante de que Él la presentara a Adán (Génesis 2:22).
-A la mujer se le ha dado el privilegio de regir al lado de su esposo como su ayudadora (Génesis 2:18).
-La mujer vino del hombre y fue creada para él (1 Corintios 11:8).
-La maldición para la mujer señala que su "deseo" sería controlar o regir sobre el hombre, pero -Dios reitera Su plan de que el hombre funcione como cabeza de manera que el matrimonio refleje la relación de Cristo con Su iglesia (Génesis 3:16, 1 Corintios 11:3, Efesios 5:22-23).

La observación jocosa, aunque triste, que tengo de todo esto es: como mujeres luchamos contra aquello que nos trae verdadera libertad y gozo. Tenemos la tendencia de rebelarnos contra el modelo que vemos en la Palabra. Queremos estar en control, queremos liderar, hacer las cosas a nuestra manera, y al final ese curso de acción siempre termina en conflicto, decepción y, muchas veces, soledad. Nunca tiene como resultado la unión complementaria que Dios desea que las parejas disfruten. Funcionar de esa manera también nos impide reflejar correctamente la relación de Cristo con Su iglesia.

Puede parecer un poco pesado, pero ¿qué piensas? ¿Crees que Dios tiene un propósito en el modelo que Él ha dado a los esposos y esposas y en Su instrucción sobre este tema de tanta importancia? 

Por Kimberly Wagner

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