Conocer de la salvación es un asunto vital para el alma humana.
Es fundamental, ya que si una persona no está preparada para enfrentar la hora de morir, está en un grave problema de eternidad. Nosotros, los renacidos en Cristo Jesús, tenemos una labor, un llamado, y es la de dar a conocer el “Plan de Salvación” que Dios creó y diseñó a través de la Cruz para el rescate del alma humana de las fauces y de las garras de la muerte eterna.
Para testificar de Cristo, hay que, necesariamente, estar capacitados. Y esta capacitación poderosa comienza el día que recibimos a Cristo como nuestro Señor y Salvador, porque al ser limpios por la sangre de Cristo y ser sellados con el Espíritu Santo, salimos de la ignorancia y tinieblas en la que nos encontrábamos y somos apartados para la familia de Dios, protegidos y alumbrados en el conocimiento de Cristo. Como hijos, comenzamos a conocer lo que Dios –como Padre– quiere enseñarnos y hablarnos en forma personal en Su Palabra. De ese modo somos discipulados para seguir su ejemplo y tener una vida con un testimonio vivo y eficaz.
Entonces, en la vida cristiana, cobra real importancia la comisión que Cristo nos dejó. Con Su autoridad, somos comisionados, por tanto debemos obedecer, cumplir y llevar a cabo esta orden descrita en Mateo 28:18-20:
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Acepta el reto con responsabilidad y procura diligencia en proclamar el evangelio de salvación.
No es una tarea de otros, sino que es tuya, es personal y también te involucra activamente en el cuerpo de Cristo.
Dios en Su Palabra te moldea cada día, te transforma y te deja saber de qué formas prácticas puedes testificar a otros.
¿De qué modo y en qué lugar se aprenden estas forma prácticas?
1. Teniendo tu devocional diario.
2. Congregándote en tu iglesia local para escuchar y aprender de lo que Dios quiere hablarte para aplicar lo aprendido en tu vida.
¿Dónde y con quiénes puedo aplicarlas?
1. En todo lugar que se requiera.
2. Testificando a todo aquel que demande razón de tu fe en Cristo.
¿Qué necesito para evangelizar?
1. Tu Biblia, para evangelizar con eficacia.
2. Aprender versículos de memoria para recordar con propiedad lo aprendido en tu devocional diario y aplicarlo al momento de ser requerido.
¿Puedo utilizar otros métodos para acompañar la evangelización?
¡Sí, por supuesto que sí!
Puedes utilizar los siguientes métodos:
1. Con personas que no saben leer y con niños pequeños, puedes usar el Cubo evangelizador,
un método visual y lúdico que les permitirá a los más pequeños entender el mensaje y también
tomar decisión por Cristo.
2. Una pizarra y un plumón para dibujar los esquemas de la salvación e interactuar con jóvenes.
3. Puedes usar un franelógrafo para enseñar a niños el plan de salvación.
Por Verónica Borotto Quiroz
