Le dije sí a mi mejor amigo (Tercera parte)

Aunque muchos pudieran considerar que abordar el tema del cortejo o noviazgo en la iglesia no es tan importante, pienso que éste debe ser tomado con mucha seriedad.

Y creo que dentro de la iglesia las “maestras del bien”, como las descritas en Tito 2, debieran incluir el tema de cómo conducirse en un cortejo o noviazgo bíblico como parte de esa instrucción que tienen de “enseñar a las mujeres jóvenes a ser mujeres prudentes”, es decir, a tener una mente auto-controlada. Así, el principio de 1 Corintios 10:31 “… hacedlo TODO para gloria de Dios”, también se podrá aplicar al proceso del cortejo.

Luego de decirle “sí” al hermano de mis afectos, algunas amigas y hermanas me han hecho algunas preguntas con el interés de tener una orientación más clara: ¿Por qué ahora y no antes? ¿Algo cambió? ¿Es posible enamorarse luego de un largo tiempo de conocerse? Además, algunas probablemente se pregunten, ¿y qué hay de los sentimientos? Luego de meditar y pedir dirección a Dios, éstas son mis respuestas:

¿Por qué ahora y no antes?

Necesitábamos madurar. No se imaginan cuántas veces mi hermano tuvo que verme para darse cuenta que soy la mujer con la que desea casarse, si es la voluntad del Señor. Pero les puedo asegurar que fueron las necesarias y el tiempo justo que Dios usó para trabajar en nuestro corazón y ayudarnos a madurar en este asunto de las relaciones amorosas.

Él y yo fuimos instruidos y guiados por la Palabra del Señor y Su Santo Espíritu, además de otros instrumentos como libros, prédicas y conferencias que Dios, por Su providencia, puso a nuestro alcance. Dios preparó nuestros corazones al estudiar dichos recursos (relacionados al final), que fueron de mucha edificación y nos orientaron previo a la toma de la decisión final, ¡Se los recomiendo chicas!

¿Algo cambió?

Evidentemente sí. Dios trabajó en nuestro orgullo y lo sigue haciendo ahora mucho más. Era necesario que el Señor como un buen Padre utilizara nuestra amistad para quitar impurezas de nuestros corazones que no nos hacían lucir como Cristo. Y ¡aún sigue la buena obra!

¿Es posible enamorarse luego de un largo tiempo de conocerse?

Sí. Dios todo lo hace hermoso en Su tiempo (Eclesiastés 3:1).

¿Y qué hay de los sentimientos?

¡Tus sentimientos deben perseguir las decisiones correctas! Antes de darle riendas sueltas a los sentimientos, es necesario tomar una decisión, incluso desde antes de que alguien te guste. ¿Cómo es esto? Aprendí que es recomendable establecer un perfil (no físico) del hombre con el que desearías casarte, en donde anotes los valores que quisieras que tuviese o que en un futuro pudiera llegar a desarrollar.

Una vez conoces a esa persona especial, busca apoyo de un pastor, mentor o consejero bíblico y haz una evaluación objetiva frente a los valores que ya determinaste, evitando en lo posible involucrar las emociones. Luego de pasada y aprobada la evaluación, ahora sí puedes darle paso a los sentimientos.

Deseo que en este asunto pongan sus ojos en Cristo con firmeza. No piensen que lo harán mejor o más gozosas cuando se les cumpla el deseo. Si es voluntad de Dios que inicien una etapa de cortejo, “corran con paciencia la carrera que tienen por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”.

Al estilo del Apóstol Pablo, esto pido en oración para mis hermanas solteras, “que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento verdadero y en todo discernimiento”. Oren por sabiduría y paciencia al Señor, para que puedan responder sabiamente en esta área del corazón.

Y para aquellas mujeres que no han rendido su vida al Señor, esto pido en oración, que puedan abrir sus ojos, se arrepientan de sus pecados y miren a Cristo como su único medio de salvación. Para que antes de pensar en el éxito en una relación amorosa, se reconcilien con Dios y así puedan conocer la voluntad de Dios para ustedes en el noviazgo.

Por Yuliana Fragozo

 

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