Lo Terrenal vs. Lo Eterno

La Biblia nos recuerda que nuestra vida en la tierra es breve. “¡Y eso que ni siquiera sabemos qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece”, declara Santiago 4:14.

Moisés le pidió al Señor que lo ayudara a contar los días en la tierra para que pudiera ser sabio. “Algunos llegamos hasta los setenta años, quizás alcancemos hasta los ochenta, si las fuerzas nos acompañan. Tantos años de vida, sin embargo, sólo traen pesadas cargas y calamidades: pronto pasan, y con ellos pasamos nosotros. Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría”, dice el Salmo 90, versos 10 y 12.

Quiero animarlo a valorar cada día que le queda en la tierra, teniendo en mente que ninguno de nosotros tiene la certeza de contar con apenas un día más. ¿De qué manera usted, en la situación particular que está, crece diariamente en sabiduría? Le recomiendo que todos los días se tome un tiempo para leer la Biblia. Lea, por lo menos, unos cuantos versos del libro de proverbios, y durante el día trate de aplicarlos a su situación en el trabajo o en la familia.

Todos los días necesitamos hacer el esfuerzo de crecer. Pero no lo hacemos porque nos cuesta entender el concepto de la eternidad. La vida es corta, la eternidad es larga. Sin embargo, lo que hagamos en nuestra corta vida ¡tendrá repercusiones eternas! Debido a que el Señor nos ama mucho, Él quiere que sepamos algo de lo que sucederá en el futuro. Por ende, Dios nos revela que juzgará a cada persona de acuerdo con lo que ha hecho. “Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí”, indica Romanos capítulo 14.

Cuando los creyentes en Cristo mueran, pasarán la eternidad con el Señor en el cielo, en donde gozarán una increíble y maravillosa paz. Sin embargo, la Escritura nos enseña que todos los creyentes en Cristo obtendrán o perderán galardones eternos: “Su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno. Si lo que alguien ha construido permanece, recibirá su recompensa, pero si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá pérdida. Será salvo, pero como quien pasa por el fuego”, declara 1º de Corintios, capítulo 3, versos 13 al 15.

Nuestras obras son lo que hemos hecho con nuestro tiempo, tesoros y talentos durante nuestra vida en la tierra. En cuanto a la salvación, esas obras son como trapo sucio delante de la Presencia de un Dios Santo. Sin embargo, la Palabra de Dios es clara en la enseñanza para el creyente, los sacrificios de hoy y el servicio a Cristo traerán como resultado recompensas que usted disfrutará para siempre.

Nuestras decisiones diarias determinarán lo que suceda en el futuro. Solamente vivimos una vez en esta tierra: “Está establecido para los hombres que mueran una sola vez,  y después de esto el juicio”, dice Hebreos 9:27.

No desperdicie su vida con aquellas cosas que no tienen un propósito eterno.

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