Mi visión distorsionada

Era uno de los tantos días en que manejo de aquí para allá en una ciudad donde el tráfico no descansa. Como iba de este a oeste, y era temprano, el sol quedaba a mis espaldas. A lo lejos vi algo que parecía humo, y como no es la primera vez, enseguida pensé: “Oh, Dios, por favor, que no sea un fuego”. (Cerca de donde vivo hay zonas forestales que por la sequía, combinada con la indolencia, de vez en cuando arden.

En fin, seguí manejando mientras que lo que a mis ojos parecía una columna de humo se acercaba cada vez más. Entonces un pensamiento cruzó mi mente: “Pero hace pocos días llovió, es muy difícil que ocurra otro incendio…” Y me di cuenta, el sol a mis espaldas, era muy temprano… ¡llevaba puestas mis gafas de sol! Me las quité y la “columna de humo” se mostró tal cual era: nubes oscuras, algo de la noche que estaba comenzando a disiparse ante los rayos del sol.

¿Y acaso no nos pasa muchas veces así en la vida? Enseguida recordé las palabras del Pablo: “Ahora vemos todo de manera imperfecta, como reflejos desconcertantes, pero luego veremos todo con perfecta claridad” (1 Corintios 13:12, NTV).

Yo estaba mirando al horizonte de manera imperfecta, a través de mis gafas, y vi un reflejo desconcertante, algo que me hizo pensar en un incendio. Una realidad distorsionada.

Cuando miramos la vida a través del lente equivocado, de manera imperfecta, eso es lo que vemos, una especie de reflejo distorsionado.

Pero no tiene que ser así siempre.

Dios nos ha dado un “lente” con el cual mirar las cosas. Su Palabra. Cada día tú y yo tenemos la oportunidad de ponernos esas gafas y mirar la vida. Te garantizo que no te pasará como a mí cuando miré las nubes desde lejos. Este lente de la Palabra tiene el sello de Dios, fue hecho por el mejor diseñador. ¿Quieres unos ejemplos?

¿Te sientes sola? Lee Deuteronomio 31:6

¿Tienes miedo? Lee Isaías 41:13

¿El futuro te preocupa? Lee Filipenses 4:6

¿No sabes qué decisión tomar? Lee Santiago1:5

¿Dudas de que Dios realmente te ame? Lee Jeremías 31:3

¿Te sientes débil? Lee 2 Corintios 12:9

¿Estás triste y crees que Dios no lo ve? Lee Salmos 56:8 y Apocalipsis 21:4

¿Crees que Dios no puede perdonarte? Lee Miqueas 7:19

Y estos son solo unos pocos. Hay muchos más, te reto a que busques tu misma.

Tenemos un lente mucho mejor, perfecto, para mirar la vida. PERO, como  lo mismo pasa con los que usamos espejuelos o cuando nos ponemos gafas para el sol, tenemos que entender nuestra necesidad y usarlos.

Sí; sé lo que estás pensando. Hay muchas cosas que no entendemos. Cosas difíciles, tristes, trágicas. Cosas que no lograremos entender de este lado de la eternidad, que están veladas para nosotros. Sin embargo, como dice Pablo, ¡un día veremos con total claridad!... como cuando yo me quité las gafas. Un día veremos todo “cara a cara”.

Mientras tanto, amiga lectora, decide hoy mirar tu realidad con el lente de Dios. Quizá no lo entiendas todo, pero lo verás de manera diferente.

¡Ah, y una última cosa! Puedes pedirle a Dios que te ayude a mirar y a recordar lo que ya has aprendido, ¿sabías? Él lo prometió. “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho” (Juan 14:26).  

Así vivimos la vida como Dios la diseñó.

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