¿Cómo un hombre como David, quien mató, mintió y adulteró, puede ser conforme al corazón de Dios? Quizás estás pensando que es una broma, que si esos son los requisitos cualquiera entra en la categoría.
“Quitado éste (Saúl), les levantó por rey a David de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero” – Hechos 13:22
¿Qué hacía a David un hombre conforme al corazón de Dios? ¿Podemos hoy en día alcanzar esa categoría?
Lo que hacía a David un hombre conforme al corazón de Dios, era que pese a sus errores, a sus pecados e infracciones de la ley del Señor, él sabía arrepentirse, era humilde y reconocía su error; después de cada error se arrepintió, pidió perdón, buscó a Dios para hallar perdón, limpieza y una nueva oportunidad, para restaurar su relación con Él.
También aprendió de sus errores y escuchó las críticas, con humildad, prestó atención y escuchó lo que Dios quería decirle a través de los profetas. Esto hizo diferente a David, esto le dio la clasificación de un hombre conforme al corazón de Dios. Y si te preguntas si tú puedes ser una chica conforme al corazón de Dios, la respuesta es ¡sí puedes! Esta es nuestra “misión especial”, para lo que somos escogidas. Debemos mostrar humildad, respeto y arrepentimiento.
Nuestro amado Padre nos dice que somos especial tesoro, y debemos aprender a caminar adorando a Dios. ¿Nos vamos a equivocar? ¡Si!. ¿Vamos a pecar? ¡Si! Pero lo más importante, y lo que Dios quiere, es retomar tú “misión especial” y después de cada error o pecado humillarte y restaurar cuanto antes tu relación con Dios. Cierra tu boca y escucha la crítica, escucha lo que Dios tiene que decirte.
Recuerda tu lugar privilegiado –eres hija del Rey de reyes, princesa de Dios– y actúa como tal, como es digno de una princesa.
Preguntas de Reflexión
1. ¿Qué significa ser conforme al corazón de Dios?
2. ¿Cómo podrías aplicar la historia de hoy a tu vida?
3. El padre se agradó del hijo. ¿Consideras que Dios puede decir lo mismo de ti?
4. ¡No temas! ¡Eres valiosa para Dios! ¿Estás dispuesta a darle el valor que Él merece delante de tus amistades?
5. ¿Qué identidad hemos recibido por medio de Cristo y para qué hemos sido llamados?
Por Andrea Donoso
