El líder vive yendo en busca de nuevos desafíos, de nuevos resultados y de lograr lo extraordinario en lo que emprende.
Para eso debe estar motivado, entendiendo que la motivación debe nacer de su interior y no debe ser buscada en el exterior.
Líderes motivados por circunstancias, por personas o por situaciones son fácilmente vulnerables.
Debes preguntarte: ¿qué te motiva?, ¿de dónde proviene tu motivación?
Cuando Jesús estando en su ministerio en la tierra eligió a 70 líderes, lo hizo invitándoles a ir al siguiente nivel en su decisión de seguirle, de representarle y de vivir conforme a sus principios.
Pero al hacerlo, también les dio ciertas condiciones para poder ver el poder de Dios manifestándose en sus vidas en cada momento y en cada ciudad a la que fueran.
La primera condición surgió en el comienzo de la selección.
Uno de los discípulos que estaba constantemente con Jesús se le acercó y le dijo “Te seguiré a donde quieras que vayas” .
¿No les parece conocido? ¿Cuántas veces nosotros mismos le dijimos eso al Señor Jesús? ¿Cuántas veces otros nos lo dijeron a nosotros?
Sin embargo la respuesta de Jesús no fue lo que este hombre esperaba.
Podría haberle dicho: “!Que bueno! Excelente. Mira, aquí tienes tus credenciales y tus viáticos, y cualquier cosa que no te sientas cómodo me llamas”.
Pero no fue así…
“Jesús le respondió:
—Los zorros tienen cuevas donde vivir y los pájaros tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene ni siquiera un lugar donde recostar la cabeza”, (Lucas 9:58 NTV).
Imagino ver la cara del hombre: ¿Cómo que no hay dónde dormir? ¿Y tampoco un bono por productividad? ¿Y no habrá un sueldo por la gestión?
Las Escrituras no hablan más de él… lo que nos hace suponer que siguió su camino.
Esta persona decidía seguir a Jesús por la motivación incorrecta.
Debemos preguntarnos cuál es la motivación por la cual hoy deseo ir a lo extraordinario en mi liderazgo cristiano.
Al tener la motivación correcta, dicen Las Escrituras que estos líderes no solamente hablaban la Palabra de Dios y hacían milagros y sanidades, sino que se veía al mismo Satanás caer del cielo ante la intervención de los 70.
Este es un buen tiempo para tener la motivación correcta para ir hacia el siguiente nivel.
Es un buen tiempo para chequear con nuestro liderazgo cuál es la motivación que tienen. Y ayudarlos a vivir con la motivación correcta que es seguirle a Él bajo cualquier condición, bajo cualquier situación.
Para poder desarrollar un equipo que, a pesar de no tener donde apoyar su cabeza o seguridad financiera, estén dispuestos a decirle: “Señor déjame seguirte, déjame hacer tu obra, déjame liderar en mi ciudad un movimiento que prepare corazones para tu venida”.
