“Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.” – Mateo 21:21-22
Jesús dijo a Sus discípulos que la fe les dotaría del poder de “mover montes”, es decir, hacer lo que parecía imposible para otros. Yo creo firmemente en la literalidad de las Palabras de Jesús, creo que les está diciendo que en verdad pueden trasladar un monte físicamente. Pero también creo que esta verdad puede ser aplicada espiritualmente.
Todas tenemos “montes” en nuestras vidas que se cruzan en el camino de nuestro crecimiento espiritual, y la fe es la única manera de moverlos. Para mover los montes en tu vida necesitas:
1. Propósito
Debemos tener claro que nuestro propósito es eterno y que nuestro objetivo es crecer espiritualmente. Todo lo que hagamos ahora lo recogeremos después (Gálatas 6:9; 1 Corintios 15:57-58).
2. Planificación
Debes tener claro cuál es el “monte” que quieres mover, identificar qué hay en tu vida que te está impidiendo crecer, visualizar dónde quieres llegar y utilizar las herramientas adecuadas para hacerlo: fe y oración.
3. Paciencia
Los montes espirituales que encontramos en nuestro camino no desaparecerán de la noche a la mañana. Moverlos es un proceso tedioso, especialmente cuando tropezamos con problemas inesperados (Romanos 1:13). A veces llegamos a desalentarnos y sentir que queremos darnos por vencidos, pero estamos del lado de la victoria (Hechos 18:9-10).
¿Qué montes necesitas mover en tu vida? No hay nada que no puedas lograr con el Señor. “TODO lo PUEDO en Cristo que me fortalece”– Filipenses 4:13
Comienza a orar hoy para quitar esos montes; con la ayuda de Dios ¡es posible!
